21 de septiembre , 2024
Internacional

El G7 expresó su preocupación por las políticas económicas coercitivas del régimen chino

El Grupo de las Siete democracias más ricas del mundo se mostró preocupado por las “políticas económicas coercitivas” del régimen de China, de acuerdo a lo señalado en una declaración final publicada este domingo.

“En cuanto a China, discutimos una serie de cuestiones y desafíos, como la situación en Hong Kong y Xinjiang, en los mares de China Oriental y Meridional y la importancia de la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán”, indicó la ministra de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, que presidió la reunión del G7 en Liverpool.

“También expresamos nuestra preocupación por las políticas económicas coercitivas”, añadió.

En ese sentido, Truss pidió a las grandes democracias liberales que inviertan en países “con la misma mentalidad” y respeto por las libertades, para contrarrestar la creciente expansión china.

La semana pasada la ONU consideró como “profundamente preocupantes” las conclusiones de un grupo de expertos sobre las violaciones de derechos de la minoría uigur en China, y anunció la publicación de una investigación.

Tras meses de trabajo, un grupo de juristas y expertos en derechos humanos reunidos en Londres afirmó el jueves pasado que el trato de China a la minoría musulmana uigur equivale a un “genocidio” y a “crímenes contra la humanidad”, lo que desencadenó indignación en Beijing.

Consultado por el término “genocidio”, un portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, no quiso responder, ya que esta organización no ha comprobado aún las conclusiones del informe.

No obstante, sí dijo que el trabajo “pone en manifiesto nuevas informaciones profundamente preocupantes en cuanto al trato de los uigures y de otras minorías étnicas musulmanas en Xinjiang”.

En su informe de 63 páginas, los expertos consideran que no hay pruebas de que se haya cometido una masacre de uigures, pero que se habían “establecido” los “elementos de un genocidio intencional” según la definición de la ONU.

Estados Unidos ya ha afirmado anteriormente que el trato a los uigures equivale a un “genocidio”, y anunciaron un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno (del 4 al 20 de febrero de 2022), que se desarrollarán en Beijing.

Desde Ginebra, Colville reiteró “la necesidad de una evaluación independiente y completa de la situación de los derechos humanos en Xinjiang”.

Y anunció que el Alto Comisionado podría publicar un informe sobre este asunto en “unas semanas”.

Por su parte, en los últimos meses aumentó la tensión entre Estados Unidos y China por la crisis en Taiwán.

Semanas atrás el gobierno norteamericano advirtió al régimen de Xi Jinping de que adoptará todas las acciones posibles, tanto disuasorias como diplomáticas, para garantizar que China no anexione Taiwán por la fuerza.

Así lo apuntó el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan en una rueda de prensa, en respuesta a una pregunta sobre si Estados Unidos está preparado para lidiar con una situación en la que China emplee la fuerza para una unificación con Taiwán.

“Estados Unidos va a tomar todas las acciones posibles, tanto disuasorias como diplomáticas, para garantizar que el escenario de Taiwán que usted ha descrito no ocurre nunca, y para tratar de evitar y disuadir de la invasión de Ucrania”, dijo Sullivan.

En ese sentido, subrayó que “la suma total de los esfuerzos” que Washington ha emprendido en los últimos ocho meses en la región del Indopacífico están encaminados a evitar “cualquier situación” hacia la que China opte por dirigirse respecto a Taiwán.

Taiwán se gobierna de manera autónoma desde 1949, cuando los comunistas derrotaron a los nacionalistas en la guerra civil y estos últimos se replegaron a la isla, continuando con un régimen dictatorial hasta la culminación de la transición a la democracia en los años 1990.

A mediados de noviembre, Biden tuvo una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, en la que reiteró el compromiso de Estados Unidos con la política de “una sola China”, aunque precisó que también se guiará por la Ley de Relaciones con Taiwán.

Esta cuestión ha generado numerosas fricciones entre ambas potencias, a lo que hay que sumar las recientes maniobras militares chinas cerca de la isla o el respaldo de Washington a una participación “robusta” de Taiwán en organismos internacionales.

Con información de Reuters y EFE

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