23 de noviembre
Opinión

Vamos a Desconectarnos

Por: Rafael Porto C.

Esta semana el legislativo aprobó el proyecto de ley sobre el derecho a la desconexión laboral. Esta ley más conocida como Ley de Desconexión es importante porque sigue una tendencia a nivel mundial donde se reconoce que, gracias al teletrabajo y a los avances de la tecnología, los límites entre el trabajo y la vida personal a raíz de la pandemia se han venido desdibujado poco a poco creando situaciones de desequilibrio en la vida de los trabajadores. Se trata de un avance en materia laboral, pues la pandemia ha ocasionado un trauma en el núcleo familiar por exceso de conexión.

La iniciativa permitirá que los trabajadores disfruten plenamente de sus horas de descanso sin recibir mensajes de texto, correos, etc. por parte de sus empleadores.

Sin embargo, habrán tres excepciones a la regla:

  1. Los cargos de dirección, confianza y manejo tienen, por naturaleza, una disponibilidad permanente por parte del empleado.
  2. Los organismos de socorro y los empleados de Fuerza Pública.
  3.  En los casos en los que se demuestre que el empleador tuvo que contactar al trabajador por casos de fuerza mayor para llevar a cabo una tarea vital para el normal funcionamiento de la empresa.

De acuerdo a lo anterior, el empleador debe probar la urgencia para contactar al trabajador, además, será tomado como trabajo suplementario y deberá pagarse según la normativa vigente.

El proyecto fue presentado por el representante a la Cámara del Partido Liberal, Rodrigo Rojas. Enbuenahora, pues se necesitan normas laborales con contenido humano. Las aplicaciones de mensajería instantánea se han convertido en un dolor de cabeza. Con frecuencia se ven empleadores abusadores escribiendo un sábado a las 6 p.m. o un domingo a las 10 a.m, incluso en la hora del almuerzo y los trabajadores por miedo a perder su empleo –algunos, no todos,– contestan, cual oveja mansa, o como buen esclavo del siglo XXI, sí, leyó bien, esclavo, pues la esclavitud no ha terminado, se ha transformado que es distinto.

Con la pandemia la situación de la fuerza laboral empeoró. La constante conexión ha traído consigo problemas de salud mental y una eventual ruptura, por no decir enemistad entre trabajadores y empleadores.

Finalmente, se espera la sanción presidencial para que sea Ley de la República. En últimas el empleado decide responder o no las llamadas o comunicaciones de sus empleadores. Éste no puede tomar retaliaciones vía memorandos o un despido en contra de un empleado que haga uso de su derecho a la desconexión laboral.

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