Excapo del cartel de la Costa estaría buscando apropiarse de playas en El Rodadero
En las últimas horas, el economista, Camilo Mario Dávila Villarreal, denunció, en una Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, que recibió amenazas de muerte por parte de José Rafael Abello Silva, más conocido bajo el alias de ‘Mono Abello’. Los hechos, según la víctima, tuvieron lugar en el sector de Inka Inka, de Santa Marta, el pasado miércoles 27 de octubre.
De acuerdo con el relato de Dávila, las agresiones ocurrieron sobre las 7:00 de la mañana. Allí se encontraba junto a un topógrafo y sus dos ayudantes, con los cuales haría la medición de unos terrenos en la exclusiva zona de El Rodadero, y que son propiedad de la entidad a la cual sirve como representante legal: Inversiones Tayrona-Gaira Ltda.
En ese momento llegó quien sería ‘Mono Abello’, armado y acompañado de otro sujeto, quien, según el testimonio de la víctima en Caracol Radio, amenazó al grupo de trabajadores, y luego los obligó a subirse al carro para irse del lugar. “A mí me sentencia de muerte, me amenaza diciéndome que me va a matar, que va a acabar con mi familia, me da un culatazo con su arma en el rostro y me dice que jamás podremos quitarle sus propiedades en Inca Inca”, señaló Dávila.
Luego de estos hechos, el hombre se acercó herido a la URI de la Fiscalía en El Rodadero, donde puso el caso en conocimiento de las autoridades. El golpe con el arma de fuego le abrió una herida en la parte superior del ojo izquierdo, por lo que, de acuerdo con el reporte médico, requirió una sutura en la Clínica Avidanti de Santa Marta (Magdalena).
El denunciante también pasó por los micrófonos de Blu Radio, donde explicó que, en su momento, Abello Silva “se apropió de 5 predios en el sector de Inka Inka que eran de nuestra propiedad”. Sin embargo, y pese a que afirmó que nunca intentó reclamar los terrenos por miedo, “ya no vamos a guardar silencio, porque sin hacer nada mira todo lo que estoy sufriendo, cuando ni siquiera estábamos en esos predios que con violencia se apropió”.
Dávila Villarreal desconoce si la intención del narcotraficante es tomar bajo su poder esos otros territorios, pero dejó en claro que continuará peleando por aquellos espacios que son de su propiedad. “Si me sucede algo a mí o alguien de mi familia responsabilizo al señor Abello”.
Con la denuncia en mano, el fiscal del caso le solicitó a Óscar Fabián Solarte, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, una medida de protección para “la atención y protección de las víctimas, en especial la garantía de su seguridad personal y familiar”. Allí se consigna la investigación contra Abello Silva por el presunto delito de lesiones personales dolosas.
‘MONO ABELLO’, SÍMBOLO DEL NARCOTRÁFICO EN LA COSTA:
José Rafael Abello Silva es reconocido por ser el exjefe del cartel de la Costa, y exmiembro del cartel de Medellín, encabezado por Pablo Escobar, donde llegó a ser uno de sus capos más importantes, principalmente en el Caribe colombiano durante la década de los 80.
En 1987 este fue capturado y extraditado a Estados Unidos por narcotráfico, cumpliendo su pena hasta el 2007 producto de algunas reducciones en sus penas. No obstante, en medio de su condena, la Fiscalía le confiscó en Santa Marta 121 propiedades, las cuales estaban avaluadas en 10 mil millones de pesos. Fue deportado a Colombia y ahora se encuentra en libertad tras la prescripción de sus delitos.
No obstante, ‘Mono Abello’ continúa siendo propietario de varias propiedades de origen ilícito. Una de ellas corresponde a un gran lote llamado comercialmente ‘Inca-Inca’, en la zona de Posos Colorados, que es reconocida por ser una de las más valiosas de Santa Marta. Varios expertos aseguran que dicha propiedad podría llegar a costar más de 40 millones de dólares.
En entrevista con el portal Diario Criterio, Camilo Dávila manifestó que ‘Mono Abello’ intimidó a su familia por primera vez hace 30 años, también reclamando el mismo territorio. La sociedad Tayrona-Gaira Ltda. es dueña de 250 hectáreas de tierra en este sector, los cuales fueron adquiridos en la década del 60 por el papá de la víctima. Con Infobae