24 de noviembre
Internacional

Xi Jinping ofreció todo el apoyo de China a la dictadura de Cuba

El jefe del régimen chino Xi Jinping, se comunicó este lunes con su par cubano, el dictador Miguel Díaz-Canel y le prometió que China le daría todo su apoyo a la isla para desarrollar el socialismo, de acuerdo a información dada por la agencia oficial Xinhua.

“Xi Jinping aseguró hoy lunes que su país está dispuesto a avanzar junto con Cuba en la construcción del socialismo y que ambas naciones serán buenos socios en la búsqueda de un desarrollo común. Durante una conversación telefónica con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, Xi también apuntó que China quiere aunar esfuerzos con el país caribeño para ser buenos ejemplos en la lucha contra la pandemia de COVID-19, así como ser buenos camaradas en la coordinación estratégica”, señaló la agencia del régimen chino.

En esa cooperación y “ayuda” china, se conoció que la isla comenzará a aplicar vacunas contra el coronavirus de origen chino, en lo que para muchos es una medida tarde y que deja en evidencia que el experimento del desarrollo local Soberana no ofrece mayores garantías y no fue aplicado al conjunto de la población. Cuba comenzará entonces a usar la china Sinopharm, en su intento por combatir uno de los peores brotes de coronavirus en el mundo.

Las autoridades de salud de la dictadura comenzaron a aplicar desde este domingo dos dosis de Sinopharm combinadas con un refuerzo de la cubana Soberana Plus en la provincia de Cienfuegos, informó Vicente Vérez, director del Instituto Finlay de Vacunas, según declaraciones recogidas por el medio estatal 5 de Septiembre.

La eficacia de la combinación de vacunas está por encima del 90%, según el medio, que no entregó detalles la procedencia de los datos o si el regulador de medicamentos de Cuba había autorizado el uso de la vacuna china. Al parecer, el manejo de las estadísticas en Cuba es tan sombrío como en China.

La Organización Mundial de la Salud dio la aprobación de emergencia a Sinopharm en mayo. A principios de mes, las autoridades sanitarias locales habían dicho que para septiembre podrían producir suficientes vacunas para el país. No explicaron las causas para administrar una vacuna extranjera.

“Parece obvio que la decisión de aplicar Sinopharm en Cienfuegos está asociada a la limitada disponibilidad de vacunas cubanas y a la urgencia que genera la explosión de casos”, dijo el virólogo cubano Amilcar Pérez Riverol, radicado en Brasil.

El Ministerio de Salud Pública había dicho en mayo que el plan era que para agosto el 70% de la población estuviera vacunada, pero a la fecha sólo un 30% estaría con todas las dosis, según Pérez Riverol, que se ha convertido en un gurú del análisis de datos cubano de COVID-19, en Facebook.

Las cifras de casos del coronavirus en Cuba se cuentan entre las más altas del mundo, lo que está abrumando su aclamado sistema de salud gratuito, que se centra en gran medida en la prevención y la atención primaria. El brote se produce en medio de una escasez de productos básicos, incluidos medicamentos, lo que ha alimentado la ira contra el Gobierno, lo que llevó el mes pasado a protestas sin precedentes a nivel nacional.

Las autoridades cubanas han elogiado las donaciones de equipos médicos y alimentos provenientes de aliados como China, aunque no estaba claro si las vacunas han sido donadas o compradas.

Críticos de la dictadura instaron durante mucho tiempo a adquirir vacunas extranjeras en lugar de depender simplemente de las desarrolladas a nivel local, acusando a la cúpula e anteponer el prestigio y la buena imagen a las preocupaciones por la salud. Autoridades dijeron que preferían concentrar los escasos recursos en el desarrollo y la producción de vacunas que en las importaciones.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el mes pasado que su país estaba preparado para enviar vacunas a Cuba si se le aseguraba que una organización internacional las administraría. Como suele ocurrir, Díaz-Canel replicó que si Estados Unidos se preocupara por la situación humanitaria de la isla levantaría las sanciones estadounidenses que acusan, entre otras cosas, de ralentizar la producción de vacunas propias.

(Con información de Xinhua y Reuters).

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