Banano y aguacate los cultivos con mayor proyección de crecimiento
A pesar de los retos que ha tenido la agricultura tras un año de pandemia, cultivos como el aguacate y banano proyectan oportunidades de crecimiento en hectáreas de cosecha y en número de exportaciones con países aliados, principalmente de Europa y Asia. Colombia exportó 109 millones de cajas de 20 kilogramos de banano el año pasado, un 9,3% más que en 2019, lo que elevó las ganancias en un 6,5% para completar un valor de USD $916,2 millones.
En el caso de aguacate, en 2020 se exportaron 67.071 toneladas, lo que representó un valor por USD $144,9 millones, reflejando un incremento de 41% respecto a 2019.
Este es un contexto de oportunidades de producción y comercialización de estos productos frutales. Precisamente, la agricultura colombiana está trabajando para proteger y garantizar el desarrollo de cultivos de calidad y priorizando el cuidado del medio ambiente. La creciente necesidad de obtener una mayor producción de banano y aguacate por hectárea requiere de prácticas integrales de manejo de suelo, las cuales deben considerar tanto la aplicación de fertilizantes que brinden los nutrientes adecuados, como el desarrollo de trabajos sostenibles y de iniciativas que fortalezcan los cultivos. Un suelo vivo y sano favorece la productividad de la siembra, la producción de alimentos de mayor tamaño y aporte nutricional y permite la defensa de la planta frente a enfermedades foliares.
Tanto los productores de banano como de aguacate enfrentan retos productivos relacionados con la condiciones de producción como por ejemplo limitaciones físico químicas de los suelos que requieren técnicas de diagnóstico y monitoreo adecuadas. Se destaca que el suelo está compuesto en un 45% por minerales, un 25% por agua, un 25% por aire y un 5% por materia orgánica, según Miguel Amado, Gerente de Desarrollo de Negocios para Yara Colombia, “es importante que se genere un equilibrio total para que el cultivo pueda producir frutos más grandes, nutritivos y de calidad, con una expectativa de productividad más alta”.
El banano es la tercera exportación agrícola más importante de Colombia, detrás del café y las flores. Como puntualiza Amado, “El país tiene más de 50 mil hectáreas sembradas con banano, lo que genera más de 140.000 empleos directos e indirectos. Del total de los cultivos de esta fruta, el 12,9% tiene el potencial de ser producto de exportación”. Las zonas bananeras del país se extienden en Magdalena, la Guajira y el Urabá Antioqueño.
Por otro lado, Miguel Amado, comenta que “el aguacate Hass colombiano es un agronegocio que rápidamente crece por el número las hectáreas cultivadas, hoy el país cuenta con cerca de 25.000 hectáreas por la excelente producción, la generación de empleo directo e indirecto y por su comercialización a nivel nacional e internacional”. Para el año 2020, el aguacate Hass alcanzó ventas en el exterior por más de USD $144 millones, las cifras más altas de la historia.
Se estima que en los hogares colombianos se consumen 4 kilos de banano por persona al año, mientras que el consumo del aguacate es de 3 kilos. Estas cifras generan una responsabilidad para los agricultores y las empresas que proveen los insumos, pues en la agenda global uno de los principales temas sociales y de medio ambiente es garantizar seguridad alimentaria en el mundo y, para ello, el aporte de nutrientes y vitaminas de estos alimentos tienen relevancia, pues son parte de los 10 productos agrícolas más populares.
Es por ello que se están desarrollando actividades estratégicas de planeación encaminadas al cuidado del medio ambiente como la promoción de la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), las cuales establecen los requisitos sostenibles en producción primaria de vegetales y otras especies para consumo humano. Dentro de estas acciones, Yara recientemente amplio su portafolio de fertilizantes foliares con la llegada de YaraVita Safe N y YaraVita Safe K, fertilizante que aportan potasio y nitrógeno a las plantas para generar beneficios en los cultivos como mejor tamaño, contenido proteico, sabor, color de frutos y hortalizas. También contribuyen con la prevención y resistencia a plagas y enfermedades, mientras aumentan la resistencia de las plantas a heladas y períodos de sequía. YaraVita Safe K se utiliza en cultivos de banano, aguacate, arroz, maíz, café, piña, papa y cítricos. Por su parte, YaraVita Safe N, se aplica principalmente en arroz, pastos, maíz y hortalizas.
Los retos que tiene el campo colombiano para este y los próximos año implican acciones sostenibles con el medio ambiente y solidarias con los agricultores, pues como lo describe Amado “el país se enfrenta a una necesidad de producir más alimentos pero cuidando el suelo, para mitigar la acidificación y la salinización de las zonas irrigadas, nuestra mayor preocupación es cuidar los recursos naturales capacitando a los agricultores en el uso eficiente del agua con productos y herramientas que aporten a esta problemática y que además, contribuyan en la meta de disminuir la huella del carbono”. Con RSF