24 de noviembre
Historias

Por ella es que estoy así

Hoy revolotea en mi memoria el dolor y los recuerdos llegan llenos de tristeza porque desde siempre le escuché decir a Clara Inés Martínez Cardoza, mi suegra, que la canción que más le gustaba era ‘Por ella’ interpretada por los hermanos Zuleta.

Si, por ella es que estoy así, por ella es que estoy sufriendo, con la tristeza llena de lágrimas, con tantas palabras de agradecimiento y con la nostalgia a todo galope por su partida terrenal.

Ella era el sentido de la vida, la guía del tren familiar, la de la enseñanza oportuna y la imagen de mujer noble que desde su máquina de coser forjó el futuro de sus seis hijos y 22 nietos.

Sus hijos Wilmer, Norela, María del Carmen, Deivis, Yasmid y Yolman lloran a su madre, pero también le dan gracias a Dios por haberles regalado esa mamá que supo dar amor a montón, despertar confianza en todo momento y ser la mejor esperanza cuando el vehículo se quería apagar en el camino.

La mano de Norela

Hace 31 años estuve en Sempegua, municipio de Chimichagua, exactamente en la casa de Clara Inés y le pedí la mano de su hija Norela, quien contaba con 18 años. Ella después de pensarlo me dijo que sí, pero con algunas recomendaciones y con el compromiso de amarla, de no abandonarla y luchar juntos porque era uno de sus grandes amores y no quería verla sufrir.

Con el alma dando vueltas en mi corazón acongojado digo que le cumplí. Sigo amando a su hija, le regalé la alegría de cuatro nietos: Norela Isabel, María Clara, Juan Guillermo, Juan Miguel y la nieta Gabriela.

Clara, segundo nombre de una de mis hijas, el cual le puse en su honor, era la consejera, la mujer abnegada y la que me quiso como otro de sus hijos. Tantos recuerdos, siendo uno de ellos cuando inventé realizar en Sempegua, ese bello pueblo de pescadores bañado por la ciénaga de Zapatosa, el Festival de la Atarraya.

Ante la iniciativa me dijo que a los ganadores en vez de trofeo se les dieran atarrayas en miniatura que ella las hacía. Con dedicación y curiosidad las elaboró.

Hoy ante la realidad de la vida tengo que darle gracias a Dios porque pude conocer a Clara Inés Martínez Cardoza, quien me dio toda su confianza y no la defraudé. La quise con el alma y en los momentos difíciles contamos con sus palabras sabias.

Las letras se agotan porque el dolor y las lágrimas acosan, pero no puedo dejar de escribir para decir que no perderé la costumbre de con Norela, gran baluarte de mi vida, ahora ir a visitarla ya no a la casa del barrio Valle Meza de Valledupar, sino a su tumba y esta vez verla sonreír desde el cielo.

Se fue el más preciado tesoro que Dios le otorgó a esos seres pegados a mí corazón y la suegra que poco pidió y todo lo entregó. Por ella es que estoy así…

Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv

Un comentario en «Por ella es que estoy así»

  • Qué gran Yerno tuvo la señora Clara Inés Martínez. Y sin duda, tiene muchas razones para publicar esta crónica en homenaje a su memoria porque, por ella, que le concedió la mano de su hija, es que el hoy está así: «Alegre, inspirado y muy feliz.»

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