27 de noviembre
Variedades

Hallan posible causa de los coágulos en las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson

Los investigadores creen que los raros casos de trombosis que se han producido pueden ser evitados con una modificación en las fórmulas

Un grupo de investigadores alemanes han afirmado que, a partir de una serie de estudios de laboratorio, habrían encontrado la causa de los raros pero graves episodios de coagulación sanguínea, entre algunas personas que recibieron las vacunas COVID-19 desarrolladas por AstraZeneca y Johnson & Johnson (Janssen).

Durante varias semanas, científicos de todo el mundo han intentado encontrar la explicación de estos raros casos adversos provocados en la sangre de personas que habían recibido algunos de estos dos desarrollos basados en vectores de adenovirus. Los investigadores alemanes de la Universidad Goethe de Frankfurt esperan dar luz a este interrogante, aunque aguardan la revisión por parte de pares.

Los investigadores afirmaron que las vacunas analizadas envían parte de su carga útil al núcleo de las células, donde algunas de las instrucciones para fabricar proteínas Spike de coronavirus pueden ser malinterpretadas. Las proteínas resultantes podrían desencadenar trastornos de coagulación de la sangre en un pequeño número de receptores.

La mayoría de las pruebas de diagnóstico y las vacunas se han diseñado utilizando esta proteína Spike a través de la cual el virus se adhiere a las células para comenzar el proceso de infección. El estudio alemán sugiere que los fabricantes de vacunas que utilizan vectores adenovirales podrían alterar la secuencia de la proteína Spike “para aumentar la seguridad de estos productos farmacéuticos”.

Desde la aparición de casos de trombosis, científicos, médicos y organismos reguladores de medicamentos de EEUU y Europa han intentado establecer las causas de los coágulos, raros pero potencialmente mortales, acompañados de un bajo recuento de plaquetas, que han llevado a algunos países a detener o limitar el uso de las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson.

Las vacunas desarrolladas a partir de vectores adenovirales han sido limitadas en su uso, al menos en la Unión Europea. Francia, por ejemplo, limita su uso a mayores de 55 años, reservando para los menores de esa edad, los desarrollos con tecnología ARN mensajero, Pfizer-BioNTech y Moderna.

En Bélgica, este miércoles, el país decidió dar la vacuna Johnson & Johnson solo a personas mayores de 41 años, algo que ya había hecho con el producto de AstraZeneca.

Desde España, la utilización de la vacuna de AstraZeneca ha involucrado un debate sobre si la segunda dosis debe decidirse sobre la misma vacuna o el producto de Pfizer, discusión provocada por la falta de confianza vinculada con estos extraños efectos adversos. Incluso la controversia tiene una esfera comercial, con un juicio abierto por la Unión Europea, quien cuestiona la falta de cumplimiento de entregas por parte de AstraZeneca y que tiene una indemnización millonaria.

Modificar la vacuna

Según el profesor de la Universidad Goethe en Frankfurt Rolf Marschalek, en Alemania, afirma también haber identificado la causa de coágulos sanguíneos en estas dos vacunas. En un informe que presenta el Financial Times, el experto cree que ha encontrado una manera para que los productores modifiquen sus inyecciones para que los coágulos ya no se manifiesten.

Marschalek dijo que su investigación se basó en los vectores de adenovirus de las vacunas, que “envían la proteína de pico al núcleo celular en lugar del líquido citosol dentro de la célula donde el virus normalmente produce proteínas”, a diferencia de las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna, que no ingresan al núcleo.

La explicación que ha comentado es que una vez que la proteína de pico ingresa al núcleo, algunas partes se empalman y crean versiones mutantes. Su investigación supone que estas proteínas mutantes son luego “secretadas por las células al cuerpo” donde pueden desencadenar coágulos sanguíneos potencialmente fatales.

El profesor de la Universidad Goethe sostiene que la investigación sugiere que los desarrolladores de la vacuna podrían “modificar la secuencia de la proteína de pico” para que no se separe. Dijo que Johnson & Johnson ya se ha puesto en contacto con su laboratorio “para pedir orientación”, aunque otros científicos insisten en que estos trabajos están en una etapa preliminar y “requieren más datos para ser probados”, dijo a FT Johannes Oldenburg, profesor de la Universidad de Bonn, en Alemania.

En Italia, el regulador reconoce que el debate está aún abierto.

Con la vacuna anti-COVID de AstraZeneca, llamada Vaxzevria, “no se puede excluir que un sujeto que no ha desarrollado la rara reacción que involucra a las plaquetas con la primera dosis no pueda hacerlo con la segunda”.

AIFA, la Agencia de Fármacos de Italia, señala esto en un documento en profundidad sobre las complicaciones tromboembólicas posteriores a la vacunación con las vacunas AstraZeneca y Johnson & Johnson, que publica el diario La Stampa.

Hasta el 12 de mayo, se informaron quince casos de trombosis atípica con trombocitopenia en el Reino Unido, de aproximadamente nueve millones de segundas dosis de administradas, por lo tanto, es un fenómeno “muy raro”. Actualmente no se dispone de información sobre la edad y el sexo de estos últimos casos, detalla el documento.

En particular, la “seguridad de la administración del desarrollo de AstraZeneca en sujetos menores de 60 años sigue siendo un tema abierto y sobre el que existen márgenes de incertidumbre”. A pesar de este debate, el Grupo de Trabajo de Hemostasia y Trombosis de la AIFA cree que la finalización del calendario de vacunación con la segunda dosis del mismo producto en menores de 60 años que ya han tomado la primera dosis “representa la estrategia para combatir la propagación del virus Sars CoV 2 y garantiza el mejor nivel de protección “.

Finalmente, en España, donde también está la incertidumbre sobre la segunda dosis, los vacunados con AstraZeneca eligen mayoritariamente repetir dosis. Los primeros que han acudido por su segunda inyección están siguiendo de forma mayoritaria las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y optando por repetir con el medicamento anglo-sueco. La combinación con Pfizer era minoritaria entre aquellos que han empezado con el segundo pinchazo, en especial los trabajadores esenciales menores de 60, que fueron elegidos para el desarrollo de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

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