Tribunal ratificó condena contra exrectora Amanda Azucena por caso Sergio Urrego
@jennyr2207
El Tribunal Superior de Bogotá confirmó la condena contra Amanda Azucena Castillo, exrectora del colegio Gimnasio Campestre Castillo, por los delitos de falsa denuncia y ocultamiento de pruebas, por su responsabilidad en los hechos de discriminación contra el joven Sergio Urrego, quien se quitó la vida.
Sin embargo, el alto tribunal redujo la condena pasándola de 11 años de cárcel ocho años y ocho meses de prisión, pues según dijo, hubo un error en la tasación de la pena.
La magistrada Eva Jimena Ortega Hernández además le concedió el beneficio de prisión domiciliaria a la exrectora Amanda Azucena Castillo e indicó que deberá cumplir con todos los parámetros exigidos en la ley.
La decisión de la reducción de la pena y el beneficio de casa por cárcel, generaron malestar entre el representante de víctimas (Alba Lucía Reyes y el papá de Sergio Urrego) y el delegado de la Fiscalía General que al unísono anunciaron que presentarán recurso de casación.
“Esta colegiatura resuelve modificar la sentencia exclusivamente en el entendido de declarar que Amanda Azucena Cortes queda condenada a la pena de 106 meses y pagar una multa de 500 salarios mínimos legales vigentes. Conceder la prisión domiciliaria como sustitutiva de la prisión en centro carcelario” se indicó.
Antecedentes
Uno de los testimonios que contribuyó a demostrar la responsabilidad de Amanda Azucena Castillo en los delitos de ocultamiento de pruebas y falsa denuncia, fue el de Danilo Pinzón, expareja de Sergio Urrego, quien luego de siete años rompió el silencio y reveló los actos discriminatorios de los que fueron víctimas cuando apenas eran adolescentes.
El joven de 23 años señaló que Amanda Azucena Castillo, quien para la época era la rectora del colegio, obligó a sus padres a radicar un derecho de petición en el que denunciaba falsamente por acoso sexual a Sergio Urrego.
Además, aclaró que dicho acoso nunca existió, puesto que su relación sentimental con Urrego fue consentida y además, era abiertamente conocida por los compañeros de clase y grupo de amigos.
“En grado 11 tuvimos un acercamiento y empezamos una relación sentimental consentida por ambos lados”, dijo Pinzón durante la audiencia que se realizó hace algunos días.
En la diligencia, aseguró que la relación que sostenían era pública al igual que los noviazgos de los jóvenes heterosexuales dentro del colegio. Sin embargo, tras la publicación de una fotografía en la que él se daba un beso con Sergio, empezó una persecución en su contra por parte de la directora del colegio.
La rectora los amenazó con contarles a sus padres sobre su noviazgo e indicó que fue obligado, sin estar preparado psicológicamente, para contarles a sus papás acerca de su orientación sexual.
En una charla que tuvieron un viernes, justo antes de salir a vacaciones, les dijo que “su obligación era contarle a nuestros padres, básicamente nos daba un ultimátum a contarles a nuestros padres ese mismo día o el fin de semana siguiente, porque la amenaza era que si no lo hacíamos, ella les diría en una reunión programada para el lunes de la siguiente semana, específicamente el 16 de junio de 2014”.
Agregó que “fui obligado a contarles a mis papás que era homosexual (…), por parte de la rectora de ese momento (Amanda Azucena Castillo)”.
Recordó que ese fue uno de los episodios más dolorosos de su vida, porque no estaba preparado para asumir ante sus padres, lo que estaba viviendo.
“Me obligó Amanda Azucena Castillo a contarles a mis padres sobre mi orientación sexual sin mi consentimiento y mucho menos sin mi aprobación (…), es muy difícil ser homosexual en este país para que alguien lo obligue a uno a salir del closet de esa manera pero aun así, me vi en la obligación con escasos 16 años, de tener que hacerlo (…)”, relató ante el juez.
Pinzón también aseguró que Castillo obligó a sus padres a radicar un derecho de petición en cinco entidades, entre ellos el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Comisaría de Familia, en el que se denunciaba un falso acoso sexual en contra de Urrego.
Añadió que, al no estar de acuerdo con el documento porque era mentira, le escribió con su puño y letra la palabra ‘presunto’ para disminuir la acusación que sin pruebas se hacía contra su pareja.
Dijo que Castillo ejerció presión contra sus padres y él mismo por la posibilidad de graduarse, ya que en ese entonces cursaba grado 11 y quería obtener el título por el que había luchado.
“Jamás les dije a mis padres que fui víctima de acoso sexual, por parte de Sergio Urrego o alguien más y jamás presenté alguna prueba sobre esos hechos”, dijo el joven.
Agregó que “las palabras de acoso sexual vinieron a entrar al panorama, tiempo después en un derecho de petición que fue entregado por la rectora Amanda Azucena Castillo a mis padres, para que ellos radicaran y para que yo pudiera continuar con mi proceso de escolarización”.
Pinzón relató que sus padres se opusieron a radicar inicialmente el documento porque sabían que no existió un acoso sexual, pero indicó que la respuesta de la exrectora del colegio fue que si el documento no tenía los cinco sellos de los lugares en los que debía radicarse, no podía continuar ni estudiando, ni mucho menos graduarse.
“Después de un proceso de discriminación que viví por parte de la rectora Amanda Azucena Castillo, tuve varios problemas para poder completar y terminar mis estudios de grado 11, en los que básicamente fui amenazado de no poder terminar en la institución sino cumplía con las demandas que la rectora les imponía a mis padres y a mí, para poder terminar el curso”, detalló.
Discriminación
Danilo Pinzón relató que en la institución fueron víctimas, junto con Sergio Urrego, de discriminación y actos de homofobia. “Las parejas heterosexuales jamás tuvieron un proceso similar o un llamado atención, por parte de la rectora, sus actos básicamente se pueden tildar como homofóbicos y discriminatorios hacia mi persona y hacia quien era en ese momento mi pareja, Sergio Urrego”, dijo Pinzón.
Señaló además que este tipo de ataques “fueron únicamente relacionados con nuestra orientación sexual y nada más, unos actos discriminatorios, independiente de las razones que hubiera tenido, nada la justifica y realmente la manera en la que eso, ha afectado mi vida, ninguno de ustedes la van a reparar ni mucho menos ella (Amanda Azucena Castillo), lo va a arreglar”.
Finalizó asegurando que “la palabra discriminación se queda corta para todo lo que esa señora nos hizo a nosotros, solamente por ser homosexuales”.
Sergio Urrego, de 16 años, se quitó la vida en un caso de acoso escolar y discriminación por su orientación sexual, el 4 de agosto de 2014 en el norte de Bogotá.
Fuente
Sistema Integrado de Información