24 de noviembre
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Ofrenda floral a William Rosado

A las afueras de la casa radial donde permaneció en sus últimos 15 años, Radio Guatapurí, integrando el equipo del noticiero La Tribuna del Cesar, periodistas de Valledupar, le rindieron un homenaje a William Rosado, por su repentina partida a causa del covid-19, dejando desolación y desconsuelo a sus familiares, amigos y colegas, quienes siempre lo recordaran como un hombre de corazón solidario, servicial y defensor de las justas causas.

Una ofrenda floral con flores de diferentes colores le fueron colocadas junto a un pendón con su fotografía y décimas a su memoria.

William Rosado Rincones tenía una pluma impecable, con un don para escribir crónicas y plasmar en un papel de una manera diferente y explícita cualquier situación de orden público y colectivo que pudiera presentarse en la sociedad y que considerara que fuera de interés.

En el 2020, cuando Radio Guatapurí cumplió 57 años, escribió una crónica en la que narró su amor por la radio, el cual se lo impregnó su madre, Francisca Rincones Bravo, en su natal Valencia de Jesús.

«Al lado de mi madre, Francisca Rincones Bravo, en Valencia de Jesús, le ‘curucutiaba’ su radio Phillis de teclas para ver el hombre que hablaba y cantaba dentro de ese receptor, fueron muchas las preguntas que se diluyeron en mi mente infantil, sin que nadie me explicara ese fenómeno: “Es un hombre metido que está ahí” me decía mi progenitora, eso era suficiente para calmar mi curiosidad, pero a la vez me complicaba la imaginación: ¿y a qué horas come y toma agua?, con esa disyuntiva me dormía y despertaba.
Así fui creciendo apegado a las faldas de una mujer que nunca apagaba su radio, no olvido las pilas Eveready blancas que compraba por cajas porque eran más baratas que las rojas, y ya cuando se les agotaban las ponía al pie del fogón para recargarlas mientras venía a Valledupar, a comprar más.
Me volví un oyente obligado de Radio Guatapurí, la pasión de mi madre por las noticias y la música no tenía fin, y poco a poco fui identificando voces y programas, era una seguidora de Huber Claro Quintero y su famoso programa de una firma de pólizas, ‘Clubes la Costa’ en donde recuerdo, se ganó un radio más moderno de color gris, que reemplazó al negro de teclas.
Adolfo Acuña Porras, Egberto Gutiérrez Acosta, Régulo Pineda Dávila, Electo Gil Bustamante, fueron nombres que se volvieron tan comunes en mí como los mismos dulces que me tocaba vender por las calles del pueblo, y fueron ellos sin duda, los que me despertaron la pasión por la radio sin llegar a sospechar que algún día llegaría a la nómina de esta emisora.
Muchos años después, un muchacho de mi pueblo se aventuró, se superó y logró ser locutor de Radio Guatapurí, fue Emilio Alfonso Arias Acosta, se convirtió después de Calixto Ochoa en el otro ídolo de Valencia y ese fue el vaso que rebosó mi aspiración para que llegara a ser un hombre de Radio»: Por William Rosado.

Su muerte no podía pasar desapercibida por ninguno que lo conociera en esta región, entre ellos Rolando Ochoa, quien manifestó que lo embarga una profunda tristeza al despedir a ‘este gran amigo’, admirador de su padre Calixto Ochoa y escritor de la biografía de este cantautor.

«Hoy con profunda tristeza de despedir a este gran amigo, un baluarte de la radio, una persona que aparte de ser un gran exponente de la radio, era un gran ser humano, con un corazón noble, le tenía un cariño muy especial porque admiró toda la historia de mi papá y todo lo que se movía alrededor de los Ochoa, y eso lo hace aún más especial. Un abrazo a todos sus familiares, lo único que podemos desear es que el señor Jesucristo lo reciba en su reino», expresó Rolando Ochoa.

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