¿Dónde está la fortuna de Pablo Escobar?
A lo largo de su vida, Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más peligrosos y sangrientos de la historia colombiana y fundador del temido Cartel de Medellín, logró amasar una gran fortuna que le permitió adquirir lujosos inmuebles en Colombia y en otros países del mundo, así como gustos costosos y muy particulares que dejó ver, sobre todo, en la inmensa hacienda Nápoles, su casa de recreo en Puerto Triunfo, Antioquia.
Sin embargo, luego de su muerte en diciembre de 1993, su familia reveló algunos detalles de la vida del capo, entre ellas, lo que sucedió con la fortuna que este poseía.
En el libro Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar, escrito por Victoria Eugenia Henao, la esposa de Pablo Escobar, ella reveló que luego de la muerte de su pareja, los enemigos de él la citaron para ajustar cuentas y tuvo que despojarse de varias propiedades, contando con las que estaban a nombre del narcotraficante.
Henao dijo que el cobro que le hicieron los aproximadamente 40 narcotraficantes ascendía a 120 millones de dólares, que entregó con el fin de que no le hicieran daño ni a ella, ni a sus hijos, ni a la familia de Escobar. Según dijo, estos recursos fueron pedidos por los gastos en la guerra con el jefe del cartel de Medellín y por los daños y perjuicios que este les causó y que estaban relacionados con asesinatos, daños a sus propiedades, secuestros y otros hechos.
Henao afirmó que necesitó dos asesores contables y siete abogados para organizar el listado de bienes con los que pagó las exigencias de los narcos. Finalmente, en la lista aparecieron poco más de 60 bienes.
En otro aparte del libro, la mujer habló de algunos de los bienes que entregó, en esa y otras reuniones externas a la negociación, e incluso nombró a quienes recibieron esas propiedades: “El extenso y costoso terreno estaba pegado a la mansión Montecasino, con lo cual Fidel amplió su poderío económico”. Aquí mencionó que el jefe paramilitar Carlos Castaño, por imposición de su hermano, Fidel Castaño, recibió un lote de nueve hectáreas.
Sobre el testamento, SEMANA conoció uno de los primeros testamentos de Escobar, en el que el capo del cartel de Medellín especifica que la mitad de sus bienes, en caso de muerte, irían para su esposa, Victoria Eugenia Henao; a su entonces único hijo, Juan Pablo, lo que le correspondiera por ley, además de toda su colección de carros antiguos y clásicos. Y sobre futuras hijas mujeres –años después nacería Manuela– aclaró que de la “cuarta de mejoras que la ley otorga” recibieran bienes, muebles, enseres, porcelanas, adornos o electrodomésticos.
En su libro Pablo Escobar, mi padre, el hijo del narcotraficante se refirió al tema, señalando que hubo un conflicto con la familia Escobar Gaviria. “Estábamos dispuestos a cumplir al pie de la letra su voluntad expresada en que el 50 % le correspondía a mi madre como socia conyugal, el 37,5 era para mí y el 12,5 restante, denominado la Cuarta de Libre Disposición, para mis abuelos, Hermilda y Abel, para mis tíos paternos y una tía suya”.
Sin embargo, después se hablaría de un segundo testamento elaborado por varias razones: el nacimiento de Manuela, la hija menor del capo y por la persecución desatada contra los extraditables. En este documento sacó a algunos hermanos de la repartición. Pero lo sorprendente es que en dicho testamento se habla de una fortuna de unos 120 millones de dólares, un valor muy inferior teniendo en cuenta que “Forbes” llegó a tasar el patrimonio de Escobar en 3.500 millones de dólares a finales de los años ochenta.
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