25 de noviembre
Opinión

El Lenguaje Político en las Redes Sociales

Por: Rafael Porto C.

Desde hace algunos años se viene presentando una constante en círculos académicos y profesionales acerca del poder que está adquiriendo Internet como herramienta de comunicación política.
Surge entonces el integorrante: ¿como se usan las redes sociales en la comunicación política y cuáles son sus efectos? Pues bien, entre lo más positivo de las redes sociales se encuentran: la interactividad, la creación de comunidades y el modelo bidireccional de comunicación.

Un hecho reciente por rescatar es el modelo de comunicación del expresidente Donald Trump sobre el uso de las redes sociales en la comunicación política. Durante su mandato y en época electoral su principal medio de información fue su cuenta de Twitter. El asalto al Capitolio fue lo único que pudo silenciar a Trump, pues cerraron su cuenta (Twitter) por “incitar al pueblo” y de paso se abrió el debate sobre la libertad de expresión.

Ahora bien, en Colombia no se puede dejar de mencionar la comunicación y ataques constantes entre la izquierda y la derecha, puntualmente entre uribistas y petristas, o quienes están a favor o en contra del proceso de paz. No es secreto entonces que el lenguaje político y el debate en las redes sociales cada vez es más hostil, agresivo, violento, vulgar, y en ocasiones sin argumentos, solo ataques personales.

¿Por qué están los políticos en las redes sociales?, es una pregunta que muchos se hacen. Su presencia, en gran medida, se da por: interactividad, cercanía al público, porque aporta cierta imagen de modernidad, y porque en las redes sociales es donde está la gente, es decir el electorado.

Ventajas del uso de las redes sociales en la comunicación política

Si en tiempos pasados había que ir a la televisión para hacer llegar el mensaje político, ahora se impone internet y por supuesto las redes sociales lo cual abarata los costos de las campañas políticas. Los distintos actores políticos y los partidos comunican lo que quieren y como quieren. De manera que si los políticos no están, o más bien si no hacen presencia activa en las redes sociales, desaprovechan la oportunidad de generar su propio discurso, de tener comunidad propia y de ser originales sin la necesidad de los medios de comunicación tradicionales.

Lo positivo es que la comunicación en redes sociales se desarrolla en un plano horizontal con el resto de los usuarios y con el electorado, pues internet ofrece un nuevo modelo de comunicación horizontal (sin jerarquías). Comunicación directa e inmediata. Entonces, esta es una de las mayores ventajas de las redes sociales: permitir el contacto directo y el diálogo con los ciudadanos diferente a los modelos verticales de comunicación como el que se da a través de los medios de comunicación tradicionales.

Las redes sociales no son únicamente para hablar, sino también para escuchar, responder y debatir. También se observa que esta forma de comunicación democratiza el acceso de la población a los políticos, pues se abre la puerta a que cualquiera les interpele, cuestione, interrogue y hasta les reclame.

Por otra parte, los llamados «activistas», –que cumplen un papel importante en la comunicación política– son personas que tienen cierta influencia en el resto de la sociedad. Catherine Juviano, Mafe Carrascal, y Levy Rincón, –quien hace uso de un lenguaje vulgar– son algunos ejemplos.

Se puede decir, que el debate actual en las redes sociales se mueve con varios ingredientes como: odio, resentimiento, rabia, rencor, agresión, y violencia.

Por su parte, Dominique Wolton, (sociólogo francés) expresa que la comunicación política “es el espacio en que se intercambian los discursos contradictorios de los actores que tienen legitimidad para expresarse públicamente sobre política, y que son los políticos, los periodistas y la opinión pública”.

En conclusión, los medios de comunicación tradicionales hacían una selección del discurso de cada una de las partes mencionadas. En cambio las redes sociales, son una representación fiel de cada uno de los actores que participan del debate político en la medida de sus intereses.

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