«Vi a la niña botando espuma por la nariz»: nuevo testimonio de mamá de Sara Sofía Galván
Carolina Galván entregó una nueva declaración ante las autoridades sobre lo que sucedió con su hija, que cumplió dos años el pasado 30 de marzo.
En la nueva versión, que entregó este miércoles a la Fiscalía General, la mujer detalla paso a paso lo que hizo el 27 de enero pasado, día en que —según ella— Sara Sofía Galván habría muerto, hipótesis que aún no se ha confirmado.
La declaración fue difundida por Noticias RCN y está por confirmarse su veracidad, pues los investigadores analizan pruebas que recogieron en la vivienda donde vivía la menor.
En el testimonio, la mamá dice que ese día salió de su casa sobre las 11:00 de la mañana a buscar plata como trabajadora sexual, por sugerencia de su pareja, Nilson Díaz. Sin embargo, dice, ese día no consiguió clientes y volvió sin dinero sobre las 4:00 de la tarde.
Carolina Galván cuenta que su novio quedaba a cargo del cuidado de la niña cuando ella salía a trabajar y ese día no fue la excepción. En ese sentido, dice que al volver a su hogar encontró a la niña durmiendo y se recostó en su cama para almorzar.
Dos horas más tarde, se dio cuenta que su hija ya no estaba con vida, según su relato:
“A las 6:00 de la tarde Nilson se para a mirar la niña. Él manda a los niños para la sala y me llama: ¡Caro, venga!, cuando yo veo a la niña botando espuma por la nariz, entonces yo me ataqué a llorar y llorar, y empezaba a mover la niña para que se despertara y ya no despertó”.
La mamá de la menor afirma que estaba muy angustiada mientras que Nilson Díaz se mostraba calmado y le pedía que se tranquilizara.
La mujer dice que la dejaron “como media hora ahí” donde esta acostada y luego su pareja tomó una cobija azul oscura y “envolvió la niña toda de pies a cabeza y la metió en un costal de fibra blanco y la dejó en la sala”.
Además, dio detalles sobre ese momento:
“Nilson cogió dos bolsas para meter las manos, que para no coger el cuerpo de la niña, extendió la cobija encima de la cama y puso la niña encima y la envolvió toda: la cabeza, los pies y las manos, y abrió un costal la puso ahí y la metió en la maleta roja”.
Su relato continúa ese mismo 27 de enero por la noche. Ella afirma que horas más tarde los demás niños con los que vivían, 4 hijos de su pareja, “comenzaron a decir que Sarita estaba viva y Nilson los regañó y les dijo que eso no era un juego”.
Después, continúa, los niños se dieron cuenta que Sara Sofía ya no respiraba y preguntaron qué le había pasado y Nilson decía no saber explicar. Carolina dice que no pudo dormir esa noche “y miraba cada rato para la sala a ver si la niña de pronto la escuchaba llorar y la podía sacar”.
Pasó esa noche y sobre el siguiente día, el testimonio comienza a referirse a otros episodios conocidos. La mujer dice que salieron sobre las 9:00 de la mañana del jueves hacia el jardín donde estudiaba la niña para reclamar un bono. Nilson, anticipando que le preguntarían por la menor, le exigió a su madre que mintiera y dijera que la había dejado al cuidado de una señora.
El testimonio continúa: “Ahí sí me dieron el bono y nos fuimos para la casa y el cuerpo de la niña estaba ahí; es decir, estaba desde el miércoles en la noche, que fue cuando murió. El jueves todo el día y toda la noche”.
La mujer dice que asistieron a un culto religioso y al salir su novio le confesó: “Yo desaparecí el cuerpo de Sarita”. Pese a que no le creyó, cuenta, cuando regresaron a la casa se dieron cuenta que el cuerpo no estaba.
Ella añade que los niños “vieron todo cómo fue que pasaron las cosas” y que comenzó a preguntarle insistentemente a Nilson para que le revelara qué hizo con el cuerpo de la niña hasta que admitió: “Yo la tiré en el caño”. Sin embargo, la mujer no incluyó en su testimonio el punto exacto donde eso sucedió, como sí lo hizo en las últimas horas el padrastro de Sara Sofía, que entregó nuevas coordenadas en el río Tunjuelo para que las autoridades la buscaran.
Al final del testimonio, insiste en que su pareja la obligó a mentir y entregar las versiones que han llevado a las autoridades a trabajar sobre la hipótesis de que la niña está viva.
Entre ellas está que la mamá regaló la niña a una mujer de un carro rojo e incluso que la vendió por dos millones de pesos para sacarla del país. pulzo