Pensilvania, la primera osa andina rastreada con GPS en Colombia, volvió a su hogar
El Instituto Humboldt dio a conocer que, el martes 30 de marzo, Pensilvania fue liberada en el santuario de fauna y flora Alto Río Fonce, ubicado entre Boyacá y Santander.
Este martes, Pensilvania, la primera osa andina a la que se le instaló un GPS en el país, fue liberada en el santuario de fauna y flora Alto Río Fonce, y la Reserva Natural de la Sociedad Civil Corazón de la Montaña, ubicada en la frontera entre Boyacá y Santander, su hábitat natural, así lo dio a conocer el Instituto Humboldt.
“Pensilvania será la primera hembra de oso andino a la que se le instale un collar de telemetría con GPS en el país, con lo cual esperamos estudiar varios aspectos como su área de distribución, el uso de los ecosistemas y el grado de adaptación en su nuevo hogar: el bosque del santuario”, explicó el director del Instituto Humboldt, Hernando García.
La osa andina (Tremarctos ornatus), la cual puede llegar a pesar hasta 55 kilos, fue sedada, para luego ser transportada en helicóptero hasta una zona de la reserva de la sociedad civil corazón de la montaña, desde donde partió a un bosque profundo para ser liberada, detalló el biólogo y curador de la colección de mamíferos del Instituto Humboldt, Nicolás Reyes.
Aunque el traslado de la osa andina se retrasó debido al mal clima, aún así logró llegar sana y salva a su lugar de destino, donde un equipo de autoridades ambientales y la Policía la recibieron para ayudarla a ser liberada. El hecho fue emblemático para la comunidad que ayudó a rescatarla y a que hora estará a cargo de monitorearla en su hábitat natural, así lo conoció la revista Semana.
La historia de Pensilvania
A inicios de 2020, la comunidad de la vereda Pensilvania, ubicada en el municipio de Moniquirá, en Boyacá, se sorprendió cuando observó que una osa andina deambulaba por el sector. Según contó el Instituto Humboldt, durante varios días los habitantes de la zona vieron como el mamífero, algo desorientado, exploraba el lugar y aunque pensaron que volvería a su hábitat, no lo hizo, de hecho, se trepó a uno de los árboles y allí se quedó, inmóvil, sin intención de bajar.
“La gente empezó a comunicarse con diferentes entidades e instituciones ambientales para que ayudaran a la osa andina, una especie que ya está catalogada como vulnerable a la extinción debido a la acelerada pérdida del bosque y a la cacería por retaliación de los campesinos”, contó el biólogo y curador de la colección de mamíferos del Instituto Humboldt, Nicolás Reyes.
Ante el llamado de la comunidad, que se encontraba preocupada por el destino de la osa, al sector llegaron funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá) y la Fundación Santuario del Oso de Anteojos, quienes luego de hacer un análisis al ejemplar, observaron que esta estaba baja de peso, por lo que decidieron capturarla para luego poder reubicarla.
“La autoridad ambiental del departamento tomó la decisión de capturar a la osa para luego reubicarla. Ese proceso, que contó con el apoyo activo de la comunidad, duró aproximadamente tres días. No fue fácil porque si era sedada se corría un alto riesgo de que cayera del árbol y se lastimara bastante”, manifestó Reyes.
Así, luego de ser rescatada, la osa andina fue nombrada Pensilvania, en honor a la vereda donde la hallaron, fue llevada al Santuario del Oso de Anteojos de la Fundación Bioandina, ubicado en el municipio de Guasca, en Cundinamarca, donde comenzó un proceso de rehabilitación, para luego poder ser liberada en su hábitat natural.
“En este hogar de paso el objetivo era que la osa pudiera alimentarse bien, subiera de peso y recuperara su masa corporal. Los biólogos y zootecnistas se dieron cuenta que tenía fracturado un colmillo, razón por la cual Corpoboyacá determinó que era necesario realizarle un tratamiento odontológico”, indicó el biólogo y curador de la colección de mamíferos del Instituto Humboldt, quien añadió que aunque las prótesis se dañaron luego de un tiempo de habérselas puesto a Pensilvania, decidieron que la osa sería liberada sin intervenciones.
Reyes además agregó que espera que el GPS instalado en el cuerpo de la osa andina sea igual de exitoso como en el caso de Apipa Utut, el primer oso andino macho rastreado con esa herramienta en el territorio nacional, y con la que se pudo conocer la trayectoria y desplazamiento del mamífero, además de las zonas a las que prefería ir.
El biólogo y curador de la colección de mamíferos del Instituto Humboldt, también indicó que desde la entidad realizaron una socialización con las comunidades de la vereda Santa Helena, en Duitama, quienes harán parte del estudio y recolección de datos del GPS de Pensilvania.
“Esto es de suma importancia porque esta comunidad será la encargada de hacer el seguimiento de la información que emitirá el collar de la osa, en un ejercicio de democratización de la ciencia apoyado desde el Instituto Humboldt. (…) Con el apoyo de las comunidades analizaremos toda la información que se obtendrá de la osa para saber si se adaptó a la zona y revisar cómo avanza su proceso de adaptación en ese bosque que será su nuevo hogar”, apuntó Reyes.
El funcionario del Instituto Humboldt además señaló que desde la entidad, de la mano con la Fundación Wii, pionera en el estudio de esa especie en el país, serán los encargados de hacer el seguimiento satelital, además del análisis que arrojen todos los datos recogidos por el GPS.