Iván Duque defendió las decisiones de Uribe y Santos durante la época de los ‘falsos positivos’
En una esquiva entrevista, el mandatario de los colombianos le dijo a El País que las órdenes para cometer los asesinatos criminales a manos del Estado no provienen del ejecutivo.
Iván Duque, presidente de Colombia, es conocido por la opinión pública por sus réplicas ingeniosas a preguntas simples con respuestas concretas. Esta vez, en entrevista con el diario español El País, el mandatario volvió a sacar esa faceta a relucir.
Entre las preguntas, el entrevistador le preguntó sobre Venezuela, la pandemia en Colombia e, incluso, cuestionó al mandatario sobre su opinión acerca de sus homólogos en el continente. Sin embargo, la parte que causó polémica tuvo referencia con la paz y los falsos positivos.
El medio le preguntó al presidente acerca del informe de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en el que actualizan el número de ‘falsos positivos’ perpetrados por uniformados del Ejército Nacional, calculando hasta el momento 6.402. Al cuestionarlo si le daba credibilidad, el presidente dijo que se debía investigar de manera profunda y objetiva.
“Los falsos son reprochables siendo 1, 10, 1.000, 2.000, 3.000… Partamos de la base de que esa es una conducta que debe ser rechazada categóricamente y frente a la cual se tiene que aplicar todo el peso de la ley. Lo otro es que se tiene que adelantar un proceso investigativo profundo y es muy importante que en ese proceso la objetividad judicial, la valoración probatoria sea la que nos permita llegar a una sanción ejemplarizante frente a quienes cometieron esas conductas”, respondió.
Al cuestionar que si estaría de acuerdo si las evidencias llevaran a sancionar a Uribe, Duque dijo que las órdenes no salían del ejecutivo y expresó respeto por las decisiones del expresidente y de uno de los ministros de Defensa implicados, Juan Manuel Santos.
“Esa pregunta, que la respeto, por supuesto, parte de una premisa que ni siquiera está en el debate por una sencilla razón, porque en ese tipo de casos, contrarios a la constitución y a la ley, no hay ninguna cadena de mando que venga del poder ejecutivo. Al entonces ministro de Defensa, que era el doctor Juan Manuel Santos, y al presidente, que era el doctor Álvaro Uribe, los vi salir públicamente a tomar decisiones claras y desvincularse de quienes ejercían algún grado de control, inspección o vigilancia sobre las unidades que pudieron tener personas relacionadas con esos hechos. Yo no puedo aceptar una pregunta hipotética sobre la responsabilidad penal de nadie que no haya sido probada y que no haya sido vencida en juicio, pero además que no esté soportada sobre ningún tipo de elemento probatorio”, expresó.
Sus respuestas esquivas
A finales del año pasado, para Semana, Duque aseguró que en la extrema derecha opinan que es de izquierda y, a su vez, la extrema izquierda dice que es de derecha. Por esto, el mandatario de los colombianos se catalogó como de “extremo centro”.
Esto, a pesar de que publicaciones como The New York Times han catalogado al partido de Gobierno, Centro Democrático, como de derecha o extrema derecha. Sin embargo, el mandatario recalcó que no pertenece a ningún polo y que “los extremos le hacen un daño terrible a la democracia”.
En entrevista con el diario español El , Duque reiteró esta y otras posturas que viene expresando en medios de comunicación nacionales. Al ser cuestionado por su orientación política como primera pregunta, el mandatario respondió acorde y dijo que era “de extremo centro” de nuevo. Al pedir que explicara su aseveración, el presidente dijo que eso quiere decir que “no me muevo del centro”.
“El mundo no puede seguir en esos debates entre izquierdas y derechas. Hay una clara división entre los demagogos y los pedagogos. Los demagogos, que proponen pan para hoy e incuban hambre para mañana, y los pedagogos, que son los que tienen que guiar a la sociedad en los grandes propósitos”, explicó.
Sin embargo, cuando el medio le preguntó por el asalto al Capitolio y un líder de extrema derecha como Donald Trump, quien, tal como denunció Juan Manuel Santos, fue apoyado por algunos sectores del partido al que pertenece; el mandatario esquivó la pregunta como pudo. “Yo rechacé el asalto al Capitolio. Yo rechazo la violencia”, respondió. El entrevistador insistió: “¿Y que un presidente lo aliente como lo hizo Trump?”
“A mí me parece que la violencia es la mayor expresión de la irracionalidad, y mucho más en una democracia. En las democracias, los grandes debates se tienen que dar en las instituciones”, dijo sin responder.
El entrevistador le recordó al presidente que de Trump no había dicho nada, para lo que el mandatario respondió sin dar su opinión. “Yo no me quiero poner de juez. Yo creo que Estados Unidos ya tuvo esa discusión y mal haría yo en ponerme a alimentar debates de política interna”, señaló, al igual que hizo cuando se le preguntó de la gestión del homólogo Jair Bolsonaro frente al COVID-19. “No soy juez de los presidentes. Yo respeto sus aproximaciones… Quizá la mejor forma de abordarlas es fijando la nuestra”.
De quien sí tiene opiniones es de Nicolás Maduro, mandatario venezolano, para quien recalcó que se tiene un “cerco diplomático” sin precedentes. “Colombia nunca ha actuado unilateralmente. No es que seamos defensores acérrimos, somos defensores de la democracia y del fin de la dictadura en Venezuela. Maduro no ha salido del poder, es cierto, pero también reconozcamos varias cosas. Nunca se había puesto un cerco diplomático de esa naturaleza. El proceso es el fin de la dictadura, un Gobierno de transición con participación amplia, la convocatoria de elecciones libres y un plan de reconstrucción de Venezuela. ¿Qué necesitamos? Acelerar ese proceso”, explicó.