[Video] «Dispárenme a mí»: monja, arrodillada, suplica por la vida de niños en Myanmar
La hermana Ann Rose Nu Twang extendió los brazos y suplicó no disparar contra los menores, en medio de la ola de protestas, desatadas por el golpe de Estado.
Arrodillada en una polvorienta calle de la ciudad de Mytkyina, en Myanmar, la hermana Ann Rose Nu Tawng le rogó a un grupo de policías fuertemente armados que perdonaran a “los niños” y, en cambio, le quitaran la vida a ella.
Entre la multitud que salió este 8 de marzo a marchar en contra de la dictadura militar, la monja Nu Twang, de 45 años, se acercó a las fuerzas de seguridad.
Dos policías también se arrodillaron, juntando sus manos en señal de respeto por la religiosa. Otros, en cambio, permanecen indiferentes, según unas imágenes difundidas por un medio local, el Myitkyina News Journal.
“Les supliqué que no dispararan, que en lugar de ello me mataran a mí. Levanté las manos en señal de perdón… La policía los perseguía para arrestarlos y yo estaba preocupada por ellos”, contó la monja a la AFP.
“Los niños entraron en pánico y corrieron hacia el frente… No podía hacer nada, pero estaba orando para que Dios salvara y ayudara a los niños. Sentí que el mundo se estaba derrumbando. Estoy muy triste por lo que pasó mientras les rogaba”, agregó.
Pero, no muy lejos de allí, otro grupo de policías empezó a disparar, recuerda la religiosa. Unas imágenes divulgadas por redes sociales muestran a manifestantes inmóviles y cubiertos de sangre.
“Fue un momento de pánico. Estaba en medio y no podía hacer nada”, explica, aunque matizó: “no tenía miedo”.
Otras dos monjas llegaron para apoyarla. “Paren, están torturando y matando a gente. Es por eso que la gente está enfadada y se manifiesta”, expresó una de ellas.
El acto de valentía de Ann Rose Nu Twang fue compartido profusamente en las redes sociales del país, mayoritariamente budista.
El 28 de febrero, la religiosa ya se había distinguido al ponerse de rodillas frente a las fuerzas de seguridad para pedirles prudencia. Al menos 60 civiles han perdido la vida desde el golpe y más de 1.800 han sido detenidos, según la Asociación de asistencia a los presos políticos.
Los medios del estado niegan cualquier implicación de la policía o del ejército en la muerte de civiles, y aseguran que las fuerzas de seguridad deben “contener los disturbios tal y como dicta la ley”.
“No puedo quedarme de pie y mirar sin hacer nada, ver lo que está sucediendo frente a mis ojos mientras todo Myanmar está de duelo”, finalizó Ann Rose Nu Twang.
Video de monja en Myanmar que se arrodilla ante policías para suplicar por vida niños
pulzo afp