26 de noviembre
General

El sentido adiós que La Paz le dio a su cantante

Desde la llegada del féretro al municipio de La Paz, durante cuatro horas aproximadamente, los pacíficos pudieron acercarse a despedir a su Jilguero, Jorge Oñate. La Plaza Olaya Herrera se fue colmando como si se tratara de las más esperadas presentaciones musicales del maestro, pero sus rostros solo irradiaban tristeza y dolor, coreaban sus cantos una y otra vez, para decirle ¡vuela alto¡.

A las 2:00 de la tarde, continuó el homenaje póstumo, varios actos se realizaron previo a las exequias. Mientras tanto, y a pesar del inclemente sol que ardía en la plaza Olaya Herrera, no fue impedimento para que cientos de seguidores permanecieran acompañando a su cantante.

Se escuchaba “queremos ver a Oñate, queremos verlo…”, cuando ya se agotaba el tiempo de subir a la tarima donde reposaba el cuerpo, unas barreras de metal y la presencia de la policía fue necesaria ante el tumulto de personas que acudieron. No hubo virus que impidiera despedir al más grande del vallenato.

La fuerte temperatura dispersaba a los presentes, pero al momento de rendirle honores, solo se escuchaba ‘viva Oñate, tu pueblo te recordará por siempre’.

Muchos portaban camisetas con la fotografía del maestro, gorros, sombreros alusivos al ‘inmortal’ se observaban entre los presentes, la meta era una sola, despedirlo como un grande, como un hijo de esa tierra a la que le cantó, bailó y cargó de alegrías durante sus más de 50 años de vida musical.

“Nunca abandonó su pueblo, siempre vivió en La Paz, y hoy su pueblo lo despide por la voluntad de Dios”, dijo Emiliano Correa, uno de los seguidores que acudió al acto portando un afiche en sus manos, el cual levantaba una y otra vez diciendo ‘se nos fue el grande, defenderemos tu legado’.

Unas barreras de metal separaban al público de la tarima, la cual lucía llena de flores y afiches. Su esposa Nancy, sus hijos y familiares permanecieron sentados detrás del féretro, fueron sus fieles protectores, así como lo fue el Jilguero con su familia hasta los últimos días de su vida.

DECRETOS

Los actos se iniciaron con la entrega en nota de estilo, del Decreto 023 de 2021, emitido por la Alcaldía de La Paz, por medio del cual se le rindió homenaje póstumo a la vida y obra del insigne artista.

Deja un legado musical, artístico y cultural al folclor Vallenato, paradigma a seguir en las nuevas generaciones. El municipio está de duelo y las banderas a media asta en señal de luto, manifestó el jefe de la Oficina de Cultura de la Alcaldía de La Paz, José Enrique Ferias Manjarres.

También lo hizo el departamento de La Guajira, y en representación de la Asamblea Departamental, el diputado Yoel Blanchar, entregó a familiares del Oñate, un pergamino con la Resolución 0261 de marzo de 2020.

Alberto Barros, alcalde de Villanueva, también se unió a la entrega de reconocimientos y destacó el mensaje de solidaridad de la Fundación Festival Cuna de Acordeones, el cual también le rinde homenaje póstumo.

“Fue un gran amigo, el folclorista que deja un profundo dolor en el corazón de todos. Ha sido una pérdida muy grande para el vallenato, se fue su mayor intérprete”, dijo.

 

ESTÁ CON LA PRESENCIA DE DIOS

Luego del homenaje por parte de las autoridades municipales y departamentales, el acto siguió con una ceremonia religiosa por parte de Francisco Mindiola García, pastor de la Iglesia de Jesucristo El hijo de Dios, a la cual asistió ‘El Jilguero de América’, durante más de cinco años.

 “Jorge hoy está en la presencia de Dios, a este varón Dios le dio el privilegio de ser alcanzado por su gracia y misericordia. El Señor puso la mirada en la vida de Jorge y su familia, herencia que Dios nos, y está establecido en las sagradas escrituras”, manifestó.

La mejor promesa que tiene la familia de Jorge Oñate es salvación y vida eterna, “Como no sentir dolor humano, pero Dios hizo su voluntad, su nombre estaba en el libro de la vida; honra y la vida están en él”.

Rafael Manjarres, vicepresidente de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, Sayco, dijo “lo primero que recuerdo de Jorge Oñate, es cuando fue a buscarme junto a su amada Nancy, para que le entregara una obra musical que analizó cuidadosamente, como una muestra de cariño y afecto que siempre tuvo hacia los compositores”.

Jorge Oñate siempre tuvo respeto hacia los creadores de sus canciones, y eso es inolvidable, es un legado para todos. “En nombre de Sayco, de la cual hizo parte el Jilguero, mi más sentido pésame a la familia”.

Reyes De Luque, presidente del Club de Oñatistas en Colombia, habló en nombre de los 18.000 miembros de esta organización, la cual seguirá defendiendo los aportes que el ‘Ruiseñor del Cesar’ hizo a música vallenata.

“Fue mi amigo, gran ser humano, hijo, esposo, compadre y sin dudas, un hombre honesto con principios y valores éticos; revestido con nobleza y humildad, mi mejor consejero, le gustaba las cosas bien hechos, perfeccionista con su agrupación. También amó al pueblo de La Guajira, su segunda casa.

El pueblo de La Paz está de luto, tres días de duelo, decretados por la Administración Municipal, son pocos para la muestra de tristeza que se vive en ese pueblo. ‘La Paz es mi pueblo’, la tierra que hoy le cantó al maestro con lágrimas en sus ojos, afirmando que será inmortal para el pueblo que lo vio nacer. Vuela alto, Ruiseñor.

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