Luto en el vallenato: se apagó la voz de Jorge Oñate
Demostró ser el más fuerte, se aferró a la voluntad de Dios ante la dura prueba que le puso en el camino, pero su vida se apagó pasadas las 12 de la medianoche de hoy 28 de febrero, en el Hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín, a donde fue trasladados desde Valledupar, con la esperanza de recuperarse, luego de permanecer 36 días en la UCI del Instituto Cardiovascular del Cesar.
El mundo vallenato amaneció de luto. Lágrimas de dolor se observan entre los seguidores de quien fuera el ‘Ruiseñor del Cesar’, el símbolo del vallenato que por más de 50 años cultivó éxitos y que hoy deja un gran legado.
Desde el 18 de enero, el intérprete de ‘El más fuerte’, inició la batalla por la vida. Una infección respiratoria aguda como señales del Covid-19, marcaron el inicio de una lucha que se prolongó por 41 días. Entre oraciones y ruegos a Dios transcurrió su estadía en el centro de Salud, pero finalmente Dios hizo su voluntad.
Al momento del deceso, en el hospital se encontraban su esposa Nancy Zuleta, su mánager José ‘El Mono’ Romero, el congresista José Alfredo Gnecco y sus hijos.
A través de las redes sociales, no se hicieron esperar los mensajes de condolencia, y a la vez del legado que el maestro deja al folclor vallenato.
En las próximas horas se definiría el traslado del cuerpo del jilguero a tierras vallenatas.
Su tierra natal, La Paz, Cesar, llora a su hijo, por quien durante su lucha oraron de rodillas ante Dios, en espera de su recuperación. Estuvo encumbrado en altos estrados del folclor vallenato con un extenso legado musical que de seguro será recordado por todos.
La voz de Jorge Oñate dio vida a éxitos que son himnos en la memoria nacional. Son cientos de canciones colmadas de sentimiento y sabor y, como decía Diomedes Díaz: “pa´beberse una plata ajena”. Sus primeros pasos en la música los dio a los 14 años, cuando ya era el cantor solicitado en todas las parrandas vallenatas de la provincia del Cesar y La Guajira.
SU HISTORIA
Nació en La Paz, departamento del Cesar, el 31 de marzo de 1949. Hijo de Daniel González y Delfina Oñate. En la actualidad está casado con Nancy Zuleta, con quien tiene tres hijos, Jorge Luis, Delfina Inés y Jorge Daniel.
Además de la música, su vida la ha dedicado a su hogar, a la ganadería, al comercio y a la política. En varias oportunidades fue concejal de su pueblo La Paz, llegó a ser diputado a la Asamblea Departamental del Cesar, fue representante a la Cámara. Aunque su dedicación a la vida artística le tomó mucho tiempo, siempre tuvo su vena política, buscaba ayudar al Cesar, y muy especialmente a su pueblo natal.
En el año 1997 fue presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (Sayco).
PRIMER CANTANTE DE VALLENATO
Jorge Oñate puso a brillar bajo los focos la figura del cantante vallenato en la década de los 70, una época en la que primaba que los acordeoneros fueran a la vez vocalistas. Así, en su máximo evento, el Festival de la Leyenda Vallenata, el público consideraba que quien se llevara la corona de Rey Vallenato y fuera soberano de su ritmo, debería cumplir esos requisitos.
“El Jilguero” hizo parte de los transgresores, y no fue el único ni el primero entonces, pero desafió con su canto, se convirtió en luminaria y puso una marca en la historia. Con él, la voz vallenata inició una etapa tras la que llegaron cientos de intérpretes. Una costumbre que se mantiene hasta hoy, por eso, muchos aluden a él como “El primer cantante de la música vallenata”, incluso, así se ha calificado el propio artista en sus testimonios.
Se inscribió con Miguel López y el público protestaba: decían que el Rey tenía que ser completo, que tenía que tocar, componer, cantar e improvisar y que no estaba de acuerdo en que un acordeonero llevara a alguien para que le cantara.
Fue el primero en grabar como solista al lado de Emilio Oviedo, luego con Miguel López conformó el grupo más importante del vallenato ‘Los Hermanos López’.
Escuchar la música de Oñate, es encontrarse con los míticos cimientos: Alejo Durán, Leandro Díaz o Juancho Polo Valencia; con poetas autores de versos de extrema belleza: Santander Durán, Rafael Escalona, Gustavo Gutiérrez; con el ingenio de Calixto Ochoa o de Armando Zabaleta, el voltaje de creadores de cantos como Aurelio Núñez, y lo contemporáneo de Omar Géles o Sergio Luis Rodríguez.
Muere un hombre, queda su legado y luego es historia para siempre. Paz en su tumba y Dios lo acoja en su Reino.
Dios lo tenga en su gloria! Triste y confundido en el otro lado del mar ay! Ve enamórate ….
Mis extensivas a su familia lo dieron todo Dios lo permitió se nos adelantó ; fuerte abrazo .
Adios al Cantante, Paz a su alma y reposo en su tumba. Fortaleza al corazón de sus familiares y amigos.
Se fué un grande de la musica vallenata, una voz inconfundible y única.
Gracias padre de los cielos por regalarnos tanta alegría por intermedio de esa voz inconfundible de Jorge Oñate y las canciones que canto con tanto talento, tanto empeño, pero se hizo su voluntad. Te recordaremos siempre Vuela Alto Ruiseñor