Álvaro Uribe propone una ‘reforma integral urgente’
El expresidente publicó un vídeo en su cuenta de Twitter en el que habla sobre su propuesta para realizar los cambios que considera necesita el país.
El exsenador del Centro Democrático Álvaro Uribe Vélez propuso, este lunes, por medio de su cuenta de Twitter, una nueva reforma integral urgente. “Reforma de ingresos, de ahorro en el Estado y de ampliación urgente del gasto social”, este es el comentario con el aparece el vídeo. A lo largo del pronunciamiento, Uribe habla sobre diversas alternativas con las que plantea, entre otras, afrontar la crisis del COVID-19.
“Hay desespero por la pobreza, la pérdida de empleos y de porcentajes de ingreso en sectores de clase media. Las buenas respuestas del Gobierno necesitan ampliaciones. Se requieren recursos de crédito con urgencia. El endeudamiento muy alto exige la definición de más ingresos tributarios y de un recorte fundamental del gasto innecesario del Estado. Menos Estado Burocrático para tener más Estado Social”, expuso el exmandatario colombiano.
Para Uribe, la llegada de la pandemia ha afectado “a fondo el tejido social de la Nación”, por esta razón, el exsenador abre un nuevo debate en el que propone que haya una “reforma integral urgente” que incorpore tres pilares: el tributario, de ahorro y por último, ampliación de apoyo a las políticas de empleo.
Para el primer pilar de su propuesta, el exsenador habla de que este no afecte la confianza en la inversión, es decir; para el segundo ítem, postula una aplicación inmediata y que la sostenibilidad, en un lapso de 6 años, logre una reducción de 10 billones, 1% del PIB; por último, habla de continuar con la eliminación de la pobreza extrema y acelerar la reducción de la pobreza monetaria.
“Todo lo anterior sin perjuicio de la venta de ISA a Ecopetrol, de la liquidación de activos decomisados al narcotráfico, y de la recuperación del recaudo por el rebote positivo de la economía”, puntualiza el expresidente.
Según el exmandatario, la propuesta de reducir los impuestos estaba muy bien estructurada, pero, con la llegada de la pandemia del COVID-19, la economía se vio gravemente afectada. Sin embargo, los ajustes en los impuestos que permiten acuerdos han generado controversias, ya que debe haber un balance entre el Gobierno y las bancadas que lo apoyan.
“No parece difícil un consenso mayoritario para detener o aplazar beneficios que están en marcha. La tarifa de renta, que ha bajado del 37 al 32, podría aplazar el descenso al 30. El descuento del 100% del ICA, ya efectivo en un 50%, también podría posponer el descuento del otro 50%”.
Para esto, Uribe cree que “el impuesto al patrimonio a personas naturales, el gravamen a dividendos y participaciones, y a las altas pensiones, ayudarían con algunos recursos”, y que, así, “seguramente se avanzará en impuestos ambientales y en gravar compras por internet”.
Por último, menciona que, en diálogos con expertos en economía, ha podido llegar a la conclusión de que los impuestos que han causado controversistas deben plantearse de la siguiente manera:
“Generalizar el IVA a la tarifa existente del 19%, no tendría aceptación a pesar de que su cobro fuera escalonado en el tiempo y se anticipara la devolución a los sectores vulnerables. Afectaría a la clase media”.
“Un impuesto a las ventas a todos los bienes y servicios de tarifa del 8%, se devolvería a los sectores más pobres pero generaría inflación. A diferencia del IVA, la naturaleza del impuesto a las ventas excluye restar lo pagado en la cadena. El IVA al precio al público de una camisa permite deducir el IVA que se pagó al comprar el textil, los botones, el hilo, etc. En el impuesto a las ventas no se permite esa resta, entonces se acumularía el 8% pagado al comprar el textil, más la misma tarifa al comprar los botones, el hilo, etc. El impuesto final sería mucho más alto y empujaría una enorme carestía sobre el producto final”.
“Aumentar la tarifa a los artículos suntuarios. Mantener la tarifa del 19% a los bienes y servicios que se supone compran los ciudadanos de altos ingresos. El resto de los bienes y servicios quedaría con tarifa absolutamente menor. Habría devolución a los sectores vulnerables, aliviaría a la clase media en algunos consumos y compensaría la afectación en otros”.