23 de noviembre
Actualidad

Fiscal Barbosa envía desafiante carta a la Defensoría del Pueblo sobre El Salado

El defensor del Pueblo había pedido al Fiscal priorizar las investigaciones y tomar medidas urgentes en el municipio.

La Defensoría del Pueblo de Colombia solicitó, el pasado 19 de enero, la presencia de la Fuerza Pública y programas de apoyo psicosocial en el corregimiento de El Salado, departamento de Bolívar, luego de que se conocieran nuevas amenazas contra algunos de los sobrevivientes de una de las masacres más estremecedoras que vivió el país.

Luego de esto el fiscal General, Francisco Barbosa, envió una carta al defensor del Pueblo, Carlos Camargo, en la que en tono desafiante le reclama al funcionario por pedirle que priorice las investigaciones y que tome medidas urgentes para protegerle la vida de los habitantes del municipio azotado por la violencia. “Lo invito a que antes de remitir este tipo de comunicaciones, se informe del rol del acusador de la Fiscalía y así podamos avanzar cada uno dentro de sus propias competencias en la producción de los derechos humanos en nuestro país”.

El polémico fiscal siguió la misiva contra Camargo pidiéndole que no atribuya “responsabilidades y nuevas funciones constitucionales a la Fiscalía General”. “Le recuerdo que la función de la Defensoría no es la de atribuirle responsabilidades y nuevas funciones constitucionales a la Fiscalía General, institución que es parte de la rama judicial del poder público y que no es la entidad encargada de tomar las medidas urgentes tendientes a la protección de la vida, la integridad, la seguridad y la libertad de personas defensoras de derechos humanos”.

Casi desligándose de lo que ocurre en El Salado, el fiscal indicó que únicamente en caso de que las personas sean testigos de hechos en investigación, el ente puede entrar a prestarles protección.

Luego de que la Mesa de las Víctimas del Carmen de Bolívar denunciara amenazas de muerte contra varios líderes sociales en esta localidad de los Montes de María, el vicedefensor del pueblo, Luis Andrés Fajardo, en compañía de los delegados de Alertas Tempranas y Movilidad hicieron presencia en el territorio con el fin de “coordinar acciones para garantías de la población”.

Luego de un consejo de seguridad que se llevó a cabo en este municipio con autoridades nacionales y territoriales, el vicedefensor señaló que se necesita investigar “a fondo lo sucedido sin descartar ninguna hipótesis”.

De igual manera, la entidad señaló que se tiene que considerar la presencia de integrantes del Clan del Golfo en esta zona.

“Se requiere presencia de la Fuerza Pública y programas de apoyo psicosocial con la población de El Salado. La Defensoría del Pueblo acompañará a la comunidad para que se garantice la protección de sus derechos”, indicó la entidad.

Luego de las denuncias hechas este 18 de enero por la Mesa de Víctimas del Carmen de Bolívar, que dio a conocer que la población del corregimiento de El Salado estaba sufriendo amenazas directas, presuntamente por parte del grupo al margen de la ley las Águilas Negras, llega a la memoria un hecho que atemorizó al país en el año 2000 y que muchos temen se vuelva a repetir, la brutal masacre ocurrida a principios de siglo en ese mismo lugar.

Los panfletos encontrados por algunos habitantes advierten que deben abandonar la localidad, ubicada en el departamento de Bolívar, si no quieren recibir ‘bala’. En ellos se lee: “sentencia de muerte a todos los líderes sociales, ladrones, drogadictos, expendedores de droga de esta comunidad, estamos presente en la comunidad y esta es la segunda advertencia para que abandonen el salado Bolívar o el plomo irá por ustedes”.

Las primeras amenazas empezaron a presentarse de manera virtual el viernes 15 de enero y el sábado 16, pero ahí no quedaron las cosas puesto que el día domingo cientos de papeles circularon con las caras de algunas personas que, al parecer, son los principales objetivos del grupo criminal.

Sin embargo, advierten que no se harán responsables de algún inocente que sea violentado y es por esto que exigen que abandonen el pueblo. “No respondemos por hermanos, ni padres, ni madres, ni por la familia de cada uno de los bandidos que están en este listado. O se van o se mueren. Están ubicados”, advierte el escrito.

Estos recientes hechos traen a la memoria una de las masacres más horrorosas que haya existido en Colombia, ya que todo inició de manera similar cuando amenazaron a la población por medio de comunicados escritos en hojas de papel.

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