22 de noviembre
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“Me tocó de rodillas recibir a Luiciana”: Patrullero que atendió parto en plena vía de Valledupar

Miguel de Jesús Quevedo, bien que le hizo honor a su nombre la madrugada del domingo en el municipio de Valledupar, durante el desempeño de sus funciones como patrullero de la Policía Nacional. A un lado dejó el arma de reglamento, y puso manos a la obra, para atender el parto de una joven venezolana en plena vía pública del barrio Santo Domingo, quien pedía ayuda por estar a punto de recibir a su hija, a quien bautizaron con el nombre de Luiciana María.

“Me tocó de rodillas, me llené de valor y valentía, pues fue una misión que Dios me encomendó en el momento, una oportunidad que me dio la vida”, narró Quevedo, quien asegura que hasta ahora asegura no salir del asombro por este caso.

Explicó que cuando se encontraba de labores de patrullaje, junto a su compañero Samir Gordillo Salinas, adscritos al cuadrante 5 de la estación de Policía Valledupar, encontraron a la joven Andrea Carolina González Cubillán, de 20 años, en una esquina en compañía de una persona que no era familiar, de inmediato hizo seña a la patrulla para que se le prestara el auxilio.

“Empezamos a llamar ambulancias pero no llegaban, y decidimos parar un taxi, pero cuando estábamos colocando unos plásticos en el cojín, la joven gritaba que no podía más, que la bebé ya estaba saliendo”.

Y así fue, comenta Miguel de Jesús, tocó acostar a la mujer y ayudarla a traer a su hija al mundo. “Ya estaba la cabecita asomada, me arrodillé y tomé unos pañales de tela que tenía la joven. En un principio sentí mucho miedo porque le veía la cabecita morada a la bebé, empecé a desesperarme, pero me controlé y cuando la muchacha pujó por segunda vez la niña salió sin problemas, lloró de inmediato dado señales de su buen estado de salud”.

Por fortuna en ese momento llegó la ambulancia, mientras Miguel sostenía a la bebé y ambas fueron trasladadas a la Clínica Santa Isabel, donde se encuentran en buen estado de salud.

“Fue una oportunidad que me regaló la vida. Esta acción forma parte de nuestras responsabilidades en la calle, vi la necesidad y me llené de valor para ofrecer la ayuda que tanto necesitaba esa joven. Jamás olvidaré este episodio, fue una gran enseñanza y me siento satisfecho”, afirmó el uniformado.

De la joven venezolana se conoció que labora en un local comercial en La Galería, centro de Valledupar, y tiene varios años residenciada en el municipio.

La valerosa acción de estos policías al auxiliar a esta mujer venezolana quedó guardada en el alma de los uniformados, a quienes esta experiencia les recordó la importancia de la familia y la fortaleza de su vocación de servicio a la comunidad, actividad que realizan a diario mejorando la seguridad y convivencia ciudadana.

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