Detienen a dueño de criadero ilegal que cortaba las cuerdas vocales de los perros
El detenido enfrenta cargos por maltrato animal y usurpación de la profesión
La policía española detuvo a un hombre que mantenía un criadero ilegal de perros y que cortaba las cuerdas vocales de los animales que mantenía. Declaró haber cortado las cuerdas vocales de 34 perros.
Los hechos ocurrieron en Granada, al sur de España, cuando la Guardia Civil detuvo a un hombre de 44, dueño de un criadero ilegal donde mantenía a más de 90 perros. El hombre enfrenta cargos por maltrato animal y usurpación de profesión pues, según confesó, él mismo practicaba las mutilaciones en los animales a quienes dejó sin voz.
El criadero ilegal fue inicialmente denunciado por la asociación Grupo de Voluntarios de Protección Animal de Vegas del Genil. Mientras paseaban a los perros a los que dan refugio, detectaron ladridos atípicos que provenían de un secadero de tabaco.
Según comentó la organización en un video publicado en YouTube, un abogado y un veterinario ingresaron al predio y, por los ruidos que provenían del interior del almacén, creyeron ese momento que había aproximadamente 30 animales dentro. Por desgracia, la excursión policiaca los desmentiría en el cálculo.
La denuncia pasó por varias instancias, hasta que llegó a las manos de la Guardia Civil, quienes ingresaron al criadero ilegal y rescataron un total de 98 perros. En su mayoría se trataba de razas con alta demanda en el mercado español, como el poodle, el chihuahua y el pomerania.
Protección Animal de Vegas del Genil (Granada) denuncia un criadero ilegal
Lo más grave es que muchos animales hacían el ademán de ladrar pero sin emitir sonido alguno. Como admitió el dueño del criadero, esto se debía a que él mismo les había cortado las cuerdas para que el ruido no atrajera la atención de los vecinos y los paseantes.
Según declararon las autoridades españolas, no es inédito este tipo de mutilación en criaderos ilegales. Generalmente, se practica en perros adultos que ya no son atractivos para su venta al público, pero que se emplean para la reproducción.
El acusado podría enfrentar hasta 18 meses de cárcel, pena que se antoja insuficiente a decir de los testigos de la mutilación que ejerció en los animales. Queda por verificar si fue efectivamente el detenido quien mutilaba a los perros o contó con la ayuda de algún profesional.
Con información de El País