24 de noviembre
Deportes

El conmovedor homenaje de Lionel Messi a Diego Maradona en el triunfo del Barcelona

El sentido homenaje de Lionel Messi a Diego Maradona. Foto Reuters

Se consumían los minutos de un partido que ya estaba liquidado. Pero él tenía que hacer algo más. Entonces armó un slalom de esos que todos conocen y nadie descifra, de derecha a izquierda. Amagó sacar el tiro desde el centro, dio un paso más hacia afuera y, bordeando el costado izquierdo de la medialuna, le dio con el empeine zurdo. Lionel Messi, a lo Messi, a lo Diego Maradona y con un festejo en homenaje al 10 eterno.

Dio apenas un saltito, símbolo inequívoco de la poca importancia del gol en el contexto. Una caricia por acá, un abrazo por allá y, entonces sí, cuando se quedó solo, el gesto. Se sacó la camiseta culé y, como si fuera otra piel, un 10 en su espalda se transformó en otro.

El blaugrana le dio lugar al rojinegro, la camiseta de Newell’s asomó. Esa que usó Diego en 1993, cuando conmocionó a medio Rosario. Messi tenía apenas seis años, pero no se olvidó jamás. Siempre supo que la leyenda máxima del fútbol argentino había elegido vestir la casaca de su club.

Y este domingo, en su primer partido después de la noticia que conmovió al planeta, la impensada y nunca imaginada muerte de Maradona, él le regaló uno de los más sentidos homenajes. E icónicos, tratándose de quien para muchos es el único en condición de disputarle al Diez el trono de «mejor de la historia».

Messi y la celebración con los brazos al cielo y la camiseta de Maradona. Foto EFE

 

Después del partido, además, la Pulga se volcó a las redes sociales para continuar con el reconocimiento al ídolo. «Hasta siempre, Diego», escribió en un mensaje tan breve como cargado de emociones. Acompañó el mismo con una de las fotos que le habían tomado un rato antes junto a una de Maradona, en aquel 1993, con la misma camiseta.

Antes del partido, el rosarino había sido parte del homenaje que se ha visto en cientos de partidos desde el fallecimiento del ícono. Cabizbajo, lució sentido en el recordatorio que se le hizo a Diego por parte del club y la Liga de España.

El pasado miércoles, según la agencia TélamMessi había evaluado la posibilidad de viajar a Argentina para estar en el reducido velatorio de Diego, que terminó antes de lo previsto debido al caos que se había generado cuando miles y miles de personas intentaban darle al crack el último adiós.

En ese momento, Leo le dedicó un posteo en su cuenta de Instagram. Con dos fotos suyas con Maradona, escribió: «Un día muy triste para todos los argentinos y para el fútbol. Nos deja pero no se va, porque el Diego es eterno. Me quedo con todos los momentos lindos vividos con él y quería aprovechar para enviarle el pésame a toda su familia y amigos. QEPD».

De una relación no tan pasional pero siempre respetuosa y cariñosa, Leo fue dirigido por Diego en el proceso que terminó con el Mundial de Sudáfrica 2010 y, según contó Fernando Signorini en su libro “Fútbol llamado a la rebelión, la deshumanización del deporte”, mejoró significativamente su pegada en los tiros libres gracias al crack de Villa Fiorito.

“En febrero de 2009, a pocos meses de haber asumido Diego Maradona como técnico de la Selección, fuimos a Francia a disputar un amistoso ante el seleccionado local, en Marsella«, relata en su texto el preparador físico, uno de los hombres que más conoció al Diez.

Y sigue: “Cuando dio la orden de terminar, Mascherano, Tevez y Messi le pidieron si podían quedarse haciendo tiros al arco, a lo que Maradona accedió. En un momento, Lionel puso la pelota mirando hacia el arco, un poco sobre la izquierda y cuando le pegó, su remate se fue lejos, por arriba del ángulo de la mano derecha de Juan Pablo Carrizo”.

Messi hizo un gesto de fastidio y encaró hacia el vestuario, por lo que Signorini lo detuvo y le dijo que volviera a intentarlo. Entonces, Maradona.

«Termino de pronunciar eso y veo que viene Diego, que lo había escuchado todo, como siempre. Lo tomó del hombro y le dijo: -Leíto, Leíto, vení, papá. Vamos a hacerlo de vuelta», continúa el libro.

Diego Maradona y Lionel Messi en el partido de octavos de final del Mundial 2010, ante México. Foto AP

«Era como un profesor con el alumno. Y siguió:

-Poné la pelota acá y escuchame bien: no le saques tan rápido el pie a la pelota, porque si no ella no sabe lo vos querés.

Entonces, la acarició con la zurda y la clavó en el ángulo, inflando la red ante la mirada de admiración de Messi. Para los que hablan de los celos de Diego, ¿qué celos? Le estaba abriendo el mundo del conocimiento y no le cobró nada. Yo pegué media vuelta y no quise ver más, ya era suficiente. Allí estaba el fútbol argentino”, finaliza.

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