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Con homenaje póstumo Romualdo Brito fue despedido en Valledupar  

 “…Muchos ríen por no llorar, muchos dicen que la vida es un mundo de misterio que siempre tiende a acabar…”, Así es la Vida, una de miles de composiciones del gran maestro y compositor Romualdo Brito López, que hoy hacen honor a su inesperada partida, luego de un trágico accidente de tránsito ocurrido el 20 de noviembre, en jurisdicción del municipio de Chiriguaná, en el Cesar.

Y es que la capital del vallenato no podía dejarlo ir sin despedirlo; así como le abrió los brazos para disfrutar de sus composiciones, esta vez le dio un abrazo lleno de nostalgia y orgullo porque dejó un legado difícil de olvidar. En capilla ardiente fue despedido y los espacios de la Biblioteca Departamental, Rafael Carrillo Lúquez, donde la Gobernación del Cesar y Sayco, le rindieron un homenaje póstumo, se convirtieron en un escenario de tristeza por tan irreparable pérdida. Lo recordaron con música, lágrimas, flores y con un gran aplauso para pedir a Dios lo ubique en un lugar privilegiado, donde muchos de sus colegas lo esperan para iniciar la ‘Parranda en el cielo’.

Los restos mortales de Brito López llegaron en horas de la madrugada de ayer a la capital del Cesar. Familiares, compositores, músicos, amigos y comunidad en general, se acercaron para recordar al que fuera un hombre versátil, creativo, colaborador y sobretodo enamorado del folclor vallenato, y así lo dejó saber en sus más de 1.500 canciones.

“Ha sido un golpe al corazón de nuestra cultura, es un freno brutal a una fuente inagotable de composiciones que comprende una asombrosa gama de matices porque era capaz de componerle con igual maestría a la vida y la muerte; a la alegría y tristeza, al dolor, a las mujeres, la naturaleza, la amistad y a cualquier episodio propio o del que fuera testigo”, expresó el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, a través de un mensaje que envió a sus familiares y compositores de la región.

Hoy cuando viaja al encuentro de los que ya se fueron enlutando el mundo musical, se despidió al hombre, al padre, amigo, al escritor de besos y se abraza la leyenda que nace en su legado.

Desde las 10:00 de la mañana se inició la despedida. Llena de dolor, su esposa Indira Elisa de La Cruz Ariño, junto a sus hijos Daniel Alexander, Ricardo Andrés, Melisa Andrea y Luis Esteban, recibieron las muestras de cariño y admiración, hacia el hombre que ha dejado una huella en el folclor.

La Gobernación del Cesar, a través del decreto 0220 de noviembre de 2020, llevó a cabo el homenaje que incluyó la entrega de una nota de estilo para enaltecer la obra de un hombre que le cantó a su tierra, a su raza, a la vida y otros cuantos episodios que de seguro quedarán en la mente de todos.

El reconocimiento fue entregado por la primera Gestora Social del Cesar, Cielo Gnecco, a Indira de La Cruz, esposa de Romualdo Brito López.

Romualdo Brito López nació el 17 de marzo de 1953 en el corregimiento de Tomarrazón, jurisdicción de Riohacha, La Guajira, y se caracterizó por ser un compositor productivo que siempre estuvo vigente en el panorama musical. Alcanzó escaños como dirigente gremial siendo en varias ocasiones directivo de Sayco, escenario en el que afianzó su defensa por los derechos de los compositores. También se destacó como productor y empresario musical impulsando a varios artistas del género vallenato.

En el accidente vial donde perdió la vida este gran baluarte de la música, también resultaron heridos su hijo Romualdo Brito de la Cruz, de 18 años, con traumatismos en los miembros inferiores; y el yerno del autor, Alex Miguel Montero, de 28 años, quien sufrió fracturas en el miembro superior izquierdo. Ambos se recuperan en un centro asistencial de Valledupar y Chiriguaná, respectivamente.

La Fundación Festival de La Leyenda Vallenata también se unió a la exaltación de la obra del compositor y le fue entregada una nota de estilo a sus familiares por el incansable trabajo, que por el vallenato, cumplió Romualdo Brito.

El maestro deja como ejemplo su humildad, gentileza, serenidad, talento, actitud ponderada, y para la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata es motivo de orgullo haberlo visto como un gran ciudadano del folclor, en distintos escenarios del mundo. Al patrimonio de la música deja hermosas piezas que fueron grabadas por los más importantes cantantes vallenatos.

Efraín Quintero, vicepresidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, manifestó “Romualdo fue un poeta, una piel dedicada única y exclusivamente a meterse en el corazón de los otros para dejar un mensaje muy humano. No morirá, estará siempre en nuestros corazones, su mensaje es inmensamente grande, y el legado que nos deja estará siempre en el corazón de todos”.

MUSICAL

Pero la despedida, aunque muy triste, no podía finalizar sin música, y varias piezas del maestro Brito López, fueron interpretadas en las voces de Ivo Díaz y Sergio Moya, quienes se unieron a la guitarra de Deymer Marín y al acordeón de Almes Granados.

‘Yo soy el indio’, ‘Así es la vida’ y ‘Lo más lindo del mundo’, sonaron en el lugar, mientras los asistentes lloraban al recordar el profundo sentimiento de cada  verso compuesto por el maestro. “Amaneceres del Valle” también retumbó, cuyo homenaje culminó con un gran aplauso y la salida del féretro Riohacha, en su Guajira natal, donde será sepultado.

La llegada del féretro se tenía previsto a las 6:00 de la tarde, para dar inicio a las honras fúnebres y velación en cámara ardiente en la sala múltiple de la Institución Educativa Almirante Padilla.

Para hoy 22 de noviembre, Romualdo será llevado a su última morada. A las 7:00 de la mañana será el sepelio y actos protocolarios en la Catedral Nuestra Señora de Los Remedios.

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