Confirmado: Los perros sí detectan la maldad, son verdaderos angelitos
Las personas que tenemos perros siempre hemos creído que son muy inteligentes aunque a veces no puedan atrapar una galletita en el aire, pero ahora la ciencia nos da la razón y da por confirmado que los perros sí detectan la maldad.
Cada vez se hacen más investigaciones sobre el comportamiento de los perros porque son el compañero más popular de los seres humanos seguido de los gatos y además, su conducta es realmente fascinante. Ya hemos hablado de lo buenos que son para ayudarnos a tener buena salud, de que inclusive pueden contagiarse de nuestro estrés.
Quizá te ha sorprendido por qué un perro se porta “bien” con algunas personas y a otras simplemente se les va encima sin provocación alguna, este estudio podría explicarlo. Hay perros que detectan enfermedades, perros que se convierten en guías cuando se tiene alguna condición de salud, pero aquí hablamos de protección y bienestar.
El perro nos observa, inclusive puede repetir algunos de nuestros ademanes, acciones, pero aquí hablamos de algo más, de que son capaces de desarrollar juicio, opiniones y reacciones, ¿entonces?
¿LOS PERROS TIENEN RADAR DE MALDAD? PARECE QUE SÍ
Un estudio publicado en la prestigiosa revista científica “Neuroscience and Biobehavioral Reviews” compartió cómo se analizó la conducta de diversos perros y un gran grupo de voluntarios.
Lo que los científicos hicieron fue dramatizar diversas escenas frente a los perros y a los dueños se les explicó que debían actuar de una forma distinta a la acostumbrada para facilitar la interpretación de resultados.
En una de las escenas un voluntario intentaba abrir un contenedor solo pero como no lo lograba, pedía ayuda de dos personas más, uno aceptaba y el otro no. Todo ocurría delante del perro y cuando los dos voluntarios le ofrecían una galleta, el perro solamente aceptaba la del voluntario que ayudó a cumplir la tarea.
Otra escena fue donde un voluntario fingía problemas con su automóvil, posteriormente llegaban dos personas más y una ofrecía ayuda pero la otra no. Al final, al igual que en el ejercicio anterior, le ofrecían algo al perro, en este caso un juguete y nuevamente, solo aceptó el de quien ofreció ayuda.
El estudio demostró que los perros sí podían detectar cuando alguien se portaba mal y aunque no tenía la misma inteligencia emocional que la de un humano, sí superaba la de otros animales.