Capilla de Valencia de Jesús sigue esperando por su reparación mientras las lluvias la empeoran
Pedir ante Dios por una mano amiga que se apiade de la capilla de Valencia de Jesús, es lo que cada domingo la feligresía se propone cuando entra al templo, lugar sagrado lleno de espiritualidad, que hoy está inmerso en el abandono y la desidia por parte de los gobernantes de turno.
El techo está inservible y sus paredes muestran las señales de la falta de mantenimiento, que por más 15 años ha esperado este recinto religioso, situación que se ha empeorado por la temporada de lluvias que azota a la región.
Las imágenes religiosas, el retablo y hasta el altar central, muestran las señales de la humedad que se genera dentro de la capilla a causa de la cantidad de agua que entra cada vez que llueve. La solución está en manos del Gobierno nacional, a través del Ministerio de Cultura, además de la Alcaldía de Valledupar, que a pesar de haber sido alertada de la situación, no da respuesta concreta, mientras el templo está a punto de colapsar.
Está considerada como una ‘joya’ arquitectónica de la colonia, es una de las más antiguas de la región, se resiste a las adversidades y se mantiene erguida como epicentro de la espiritualidad y oración como un templo que data del siglo XVII.
En el 2004 fue declarada Bien de Interés Cultural de Ámbito Nacional, está localizada en el corregimiento del mismo nombre, a unos 20 km al sur del área urbana del municipio de Valledupar. Es epicentro de todo el fervor de la Semana Mayor, donde se viven con mayor intensidad los actos religiosos por su autenticidad y la marcada devoción que profesa la hermandad de los Nazarenos. Miles de feligreses y turistas llegan a observar y a vivir los rituales de la Pasión de Jesús.
Es un Bien de Interés Cultural protegido, con connotaciones especiales y Monumento Nacional entregado a Valledupar por el Ministerio de Obras Públicas.
ESPERA AYUDA
Abelardo Gómez Santos, presidente de junta directiva de la Hermandad de Jesús Nazareno de Valencia de Jesús, manifestó que hoy la estructura llora, con al agua que a sus espacios entra por el mal estado en la que se encuentra su cubierta y otras áreas, producto de los recientes sismos registrados en la zona y ahora la ola invernal que se mantendrá hasta el mes de diciembre.
Reiteró que la iglesia no recibe mantenimiento desde el 2004, solo ha sido objeto de intervenciones elementales que están al alcance de la comunidad y de la Hermandad, ya que por ser una obra protegida por la Nación, se requiere de la aprobación del Ministerio de Cultura, cuyas gestiones están en las manos de la Alcaldía de Valledupar.
Con el pasar del tiempo se ha venido deteriorando, los listones externos del techo se empezaron a caer, se necesitan luces externas, las filtraciones en el campanario y la sacristía son graves, cada vez que llueve el paso del agua es incontrolable.
El altar de la Dolorosa sufrió graves afectaciones, el techo se filtró, se bajó y se reforzó con medidas correctivas transitorias, pero el problema está latente. “La capilla está en peligro inminente de colapsar por el avanzado deterioro, fundamentalmente en la cobertura y sistema eléctrico por falta de mantenimiento, hay temor de posibles cortocircuitos”.
La cubierta ha cedido en tres partes por las filtraciones de agua. La primera se reporta en la espadaña, la segunda en el muro lateral izquierdo justo en el retablo de la Dolorosa, ocasionando deterioro a la imagen y sus ornamentos; la tercera afectación se ubica en el muro lateral derecho frente al retablo de la referida imagen santa.
Los retablos de Jesús Nazareno e Inmaculada Concepción, también se encuentran en franco deterioro, no han sido restaurados.
Manifestó Gómez que esta situación ha sido expuesta desde el mes de julio de este año a la Alcaldía de Valledupar, para lo cual solo se obtuvo como respuesta una reunión realizada el 12 de agosto de 2020, en la que se analizó el problema, se radicó al Ministerio de Cultura y a la fecha no se ha resuelto nada, mientras la iglesia amenaza con desplomarse ante tantas afectaciones.
Es importante resaltar, que mediante la resolución 005 del 4 de febrero de 1986, la capilla fue entregada a la Alcaldía de Valledupar junto a la del corregimiento de Badillo, por parte del Ministerio de Obras Públicas y Transporte, con el compromiso de asumir la administración y mantenimiento preventivo para conservarlas adecuadamente por ser Monumento Nacional.
TEMOR A INUNDACIONES
José de las Mercedes Gutiérrez, también miembro de la Hermandad de Jesús Nazareno, dijo por su parte, que el daño más grande que presenta la infraestructura es en la cubierta, las feligresía debe ubicarse en el templo de acuerdo a las goteras, en cada rincón se colocan envases para evitar que se inunden los espacios, mientras las imágenes religiosas se deterioran con el pasar de los días.
A la imagen de La Dolorosa se le dañó uno de los vestidos más antiguos que tenía, y su altar está cediendo por la humedad que presenta. “Los chorros de agua que caen son impresionantes y existe mucho temor entre la comunidad”, dijo.
Dijo que luego de las medidas de restricción por la pandemia, las eucaristías se reactivaron solo los domingos en la mañana y algunas entre semana por las tarde, horarios que no se han podido extender por temor a que el templo esté lleno durante un fuerte aguacero y se genere el colapso.
Hasta el momento, la única respuesta que ha dado la Alcaldía de Valledupar al respecto, es que se hizo un levantamiento fotográfico para evidenciar las afectaciones, información que de inmediato fue radicada al Consejo Departamental de Patrimonio y al Ministerio de Cultura, ya que por ser un Monumento Nacional, no puede ser intervenido sin la previa autorización de la Dirección de Patrimonio del MinCultura.
Desde la Secretaría de Obras, se envió la documentación al Ministerio de Cultura para que emita su concepto técnico con respecto a la intervención que se debe hacer a esta infraestructura.
Carlos Liñán, jefe de la Oficina de Cultura en Valledupar, ha indicado “estamos comprometidos con nuestro patrimonio cultural, material e inmaterial, esta es una de las iglesias más antiguas, estamos haciendo frente a este tema porque nos importa proteger este patrimonio”, aseguró.