Se cumplen 35 años de la toma del Palacio de Justicia
Se cumplen 35 años de la toma del Palacio de Justicia, sus consecuencias aún se recuerdan cuando se habla de reformar la justicia, más de 100 personas murieron, miembros del Ejército, de la Policía y civiles como los magistrados de la Corte Suprema.
Los casos de los desaparecidos llegaron a la Corte Interamericana de derechos humanos, ya que las familias afirman aún esperar respuestas de lo que ocurrido: «El caso se conoce como es más antiguo en el sistema Interamericano de Derechos Humanos, de hecho, pasaron 24 años para que se profiriera una sentencia condenatoria, en el año 2011 en Washington yo me reuní con miembros de la Comisión Interamericana para que el Caso fuera pasado a la Corte«, enfatizó René Guarín, hermano de Cristina Guarín, la cajera que desapareció en la toma del Palacio de Justicia, a quien se le hizo un homenaje en la obra y película: Siempre Viva.
Guarín afirma que, aunque el gobierno fue sentenciado, no ha cumplido: «La Fiscalía General de la Nación terminó convertida en una oficina de entrega de huesos, en donde cada vez que aparecen personas mezcladas del palacio de justicia, lo que hacen es devolver huesos y prometer investigaciones, que dicen ellos son nuevas líneas de investigación que apuntan a conocer lo que verdaderamente ocurrió».
Después de 35 años Guarín afirma que: «El Estado Colombiano en ese momento quiso cobrar una deuda a una Corte Suprema y a un Consejo de Estado que les estaba adelantando procesos por torturas y violaciones de derechos humanos, era una Corte incómoda». Señaló que se aprovechó la toma para cobrarle las deudas al M-19: «Y todos esos hechos sumados, y cobrarle a la Corte, provocaron eso y Cristina terminó ahí, Cristina por sus estudios pudo haber sido considerada una guerrillera del M—19 en ese momento», quien solamente se encontraba haciendo un reemplazo como cajera.
René Guarín sostiene que es el Estado investigando al Estado, por lo que difícilmente podría haber justicia.
“Destruyeron el templo de la justicia y desaparecieron la verdad”
Jorge Aníbal Gómez, exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia y quién hizo parte de la Comisión de la Verdad, relató cómo ese día llegó a Bogotá con una compañera del tribunal al Palacio de Justicia para saludar a los magistrados Darío Velázquez Mejía y Horacio Montoya Gil.
Como no se encontraban salieron nuevamente, pero después no pudieron regresar: “Cuando a las 11 pasadas nos disponíamos a regresar al Palacio de Justicia para entrevistarnos con los dos Magistrados no pudimos ya ingresar porque se lo estaba tomando en ese momento el M-19”.
El exmagistrado José Roberto Herrera señaló que se trató de uno de los hechos más trágicos de Colombia: “Donde guerrilleros, Fuerzas Armadas y gobierno menospreciaron la vida de más de más de 100 personas, entre ellas 11 magistrados de la Corte Suprema, destruyeron el templo de la justicia y desaparecieron la verdad”.
También enfatizó que, aunque durante los primeros 20 años posteriores a los hechos, Colombia conoció una verdad a medias, por eso la importancia de las revelaciones de la comisión de la verdad, para que parte de la impunidad cesara.