Bomberos de Valledupar sin combustible para salir a atender emergencias por lluvias

Lucas Alberto Socarrás, habitante de Ciudadela 450 Años en Valledupar, no pudo recibir la atención del Cuerpo de Bomberos del municipio ante la emergencia que en su residencia se presentó a causa de las lluvias registradas la noche del lunes en la ciudad. Quedó de brazos cruzados e impotente, pues los bomberos pasaron el fin de semana sin combustible para mover los vehículos y acudir al llamado de la comunidad.

Y es que la crisis del Cuerpo de Bomberos de Valledupar, parece no tener fin, además de enfrentar una deuda salarial de cinco meses, no contar con seguridad social, y estar acéfalos de Comandante desde hace casi tres semanas, la carencia de combustible para las máquinas, les impide continuar con sus labores, las cuales no han paralizado a pesar de las precarias condiciones en las que se encuentran.

“De brazos cruzados hemos amanecido hoy, la unidad bomberil está en colapso, nos deben cinco meses de salario y tampoco tenemos seguridad social. Es una situación de calamidad porque no podemos responder a las comunidades”, dijo Tomás Charrys, miembro del Cuerpo de Bomberos de Valledupar.

Explicó que durante las lluvias del fin de semana, las llamadas no dejaron de entrar a la central de bomberos, pero lamentablemente no hay gasolina para los vehículos y maquinarias que se requieren para cortar los árboles que cedieron por los torrenciales aguaceros.

Dijo que durante la noche del lunes de recibieron llamados de auxilio principalmente de las comunidades del barrio 450 Años, específicamente en la manzana 45, donde se cayeron unos árboles y obstaculizaban el paso. Así como los moradores de la margen derecha del río Guatapurí, el corregimiento de Badillo y otras zonas rurales del municipio.

Más de 30 llamadas se recibieron la noche del lunes por parte de los vallenatos, a quienes fue imposible ayudar por falta de combustible para trasladarse a los lugares de la emergencia. “Por no tener representante legal también fue suspendido el crédito en la estación de servicio autorizada, donde se adeudan 22 millones de pesos correspondientes a cuatro meses de suministro”.

Charrys exhorta una vez más a los gobiernos municipal y departamental, a que volteen la mirada hacia esta institución que ofrece un servicio de urgencia vital a las comunidades. “Estamos trabajando con las uñas, no tenemos sueldos y estamos pasando mucha precariedad. Pedimos al alcalde que se ponga la mano en el corazón y se analicen alternativas para salvar el Cuerpo de Bomberos de Valledupar”, afirmó.

Hace poco más de una semana, el secretario de Gobierno departamental, Eduardo Campos, se presentó en la sede y realizó una especie de auditoría, “presuntamente nombrarían a un encargado, mientras el Consejo de Oficiales se reúne y elige un nuevo comandante, pero hasta la fecha no hay decisiones”.

Por su parte, Carlos Alfonso Araújo Castro, secretario de Hacienda, informó que el Gobierno municipal, suscribió un convenio por 2.600 millones de pesos desde el mes de marzo, de los cuales hasta el momento se han girado 1.300 millones de pesos, y para finales de esta semana se hará otro pago de $150 millones.

Explicó que la municipalidad ha cumplido en la medida en que se recaude la sobretasa bomberil, lo cual ha estado muy pasivo en este año por la situación que se vive por la pandemia, por lo que se ha propuesta disminuir el convenio a 1.900 millones de pesos, tomando en cuenta que los gastos mensuales de la institución es de 160 millones de pesos.

Destacó el funcionario, que no existen razones para que la institución esté con una deuda de cinco meses de salario, ya que hasta el mes de septiembre se ha cumplido a cabalidad con el giro de recursos. “El Cuerpo de Bomberos ha alegado que desde hace dos años vienen enfrentando un déficit financiero superior a los 1.000 millones de pesos, además de enfrentar otros factores salariales y prestacionales que agudizan la situación”.

Se deben tomar decisiones internas y así se le sugirió a los representantes de la institución, para poder cubrir los gatos con los recursos que hasta ahora reciben.