25 de noviembre
General

Concertarán mecanismos de recolección de los caracoles africanos en San José de Oriente

Luego de una visita de inspección por parte la Oficina de Umata y Control Ambiental, el  Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y miembros del Comité de Guardianas Ambientales, se estableció realizar una mesa de trabajo en la que se concertarán los mecanismos para la recolección de los caracoles africanos, los cuales se han proliferadoen el corregimiento de San José de Oriente, municipio de La Paz, Cesar.

Carlos Villamizar, coordinador de la Oficina de Umata y Control Ambiental en La Paz, informó que con la visita se evidenció la alta afectación ambiental que están generando los caracoles africanos en la zona urbana del corregimiento.

Además de la presencia de problemas en la piel entre los habitantes del sector, quienes califican el hecho como una invasión  que debe ser controlada cuanto antes.

Detalló Villamizar, que el daño más grande se presenta  en un cultivo de maracuyá, el cual está afectado en más del 50% generando grandes pérdidas para el productor.

Anunció el funcionario, que esta semana sostendrán una mesa de trabajo con las secretarías de Ambiente, Salud y Agricultura; así como Corpocesar y el ICA, para tomar acciones inmediatas y dar solución al problema.

Delibeth Ardila, miembro de la Asociación Guardianas de Paz y Ambiente, manifestó que el problema ha estado presente en el corregimiento desde el año 2017, cuando el caracol invadió el sector conocido como La Carreterita y el barrio La Mochila, pero ahora se ha duplicado en todo el corregimiento a causa de las lluvias.

Resaltó que el temor reina entre los campesinos de la zona veredal, quienes exhortan a buscar alternativas para evitar que estos animales lleguen a los cultivos de mayor extensión, ya que San José de Oriente es una de las despensas agrícolas del departamento del Cesar.

El caracol gigante africano (Achatina Fulica) es reconocido a nivel mundial como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas en el mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se trata de un molusco invasor que devora cultivos y jardines, además de ser un foco transmisor de parásitos que afectan la salud humana.

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