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Sigue la crisis en el Cuerpo de Bomberos de Valledupar, quedó sin comandante

En respuesta a dos recursos de reposición interpuesto por miembros del Consejo de oficiales del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, relacionada con la designación del comandante en propiedad, la Secretaría de Gobierno departamental resolvió dejar sin efecto jurídico alguno, la Resolución 0530 del 11 de febrero de 2020, y por ende, el nombramiento del teniente Darío Mejía Araújo, como comandante de la institución.

La decisión fue emitida a través de la Resolución 6382 del 15 de octubre de 2020, firmada por el secretario de Gobierno, Eduardo Campo, quien además citó al comandante Mejía para ponerlo en conocimiento de la decisión.

Dice textualmente la decisión: “se deja sin efecto jurídico la resolución por medio de la cual se ordenó la inscripción de Comandante, Subcomandante, Revisor Fiscal y demás Dignatarios de la entidad denominada Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar”.

Para esta decisión no procede recurso de apelación, según la resolución emitida por la Secretaría de Gobierno Departamental.

Al respecto, el teniente Eduardo Rojas, excomandante del Cuerpo de Bomberos, confirmó la información manifestando que se trata de un recurso de reposición que se había presentado un grupo de oficiales, que desde un principio consideraron la existencia de irregularidades en la elección de la directiva.

Las faltas se presentaron desde el mismo momento en que se convocó a la elección, ya que al no notificarlos a todos se incurre en irregularidades que dejan estas consecuencias.

Así las cosas, el Cuerpo de Bomberos vuelve a quedar en el aire, sin comandante o junta directiva, que se encargue de dirigir su destino.

Rojas destacó que también se ignoraron requisitos fundamentados en la normativa bomberil para la escogencia del comandante.

El paso a seguir ahora, es que el Consejo de Oficiales debe convocar de manera extraordinaria una nueva elección por encargo o en propiedad, cumpliendo con los estatutos requeridos.

Mejía Araújo fue electo en febrero de 2020, en medio del desacuerdo de los miembros de la línea de fuego, por considerar que es una persona que no cumple con el perfil para dirigir la institución.

Con este nuevo capítulo, la institución sigue sumergida en una crisis sin precedentes, al personal se le adeudan cinco meses de sueldo, primas, vacaciones, bonificaciones y otros compromisos laborales, que han sido motivo de protestas y manifestaciones públicas sin conseguir resultados.

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