Internacional

El papa Francisco, sin usar cubrebocas, reanuda las audiencias en interior

Al día siguiente de ponerse mascarilla por primera vez durante un servicio religioso, el papa Francisco volvió a su acostumbrada apariencia sin cubrebocas, pese al aumento de los contagios de coronavirus en toda Europa.

Francisco apareció de nuevo sin mascarilla en su audiencia general del miércoles en el auditorio del Vaticano, y también cuando saludó a media docena de obispos, que tampoco llevaban mascarilla, al final del acto. Les estrechó las manos y se acercó a cada uno de ellos para una breve conversación privada.

Aunque los clérigos llevaron mascarilla mientras estuvieron sentados durante la audiencia, todos salvo uno se la quitaron para hablar con el papa. Sólo uno la mantuvo, y para el final de su conversación privada con Francisco se la había colocado por debajo de la barbilla.

Las normas del Vaticano requieren el empleo de mascarillas en interior y en espacios abiertos cuando la distancia no pueda “garantizarse siempre”. El Vaticano no respondió a preguntas sobre por qué el papa no seguía ni las normas del estado ni las medidas básicas de salud pública para prevenir los contagios de coronavirus.

Al comienzo de la audiencia, Francisco explicó a los asistentes que no se mezclaría con la gente como haría normalmente. Pero dijo que mantenía la distancia por el bien de los demás, para impedir que se formaran multitudes a su alrededor.

“Lo lamento, pero es por vuestra seguridad”, dijo. “En lugar de acercarme a vosotros, estrechar vuestra mano y saludaros, os saludo desde lejos. Pero sabed que en mi corazón estoy cerca de vosotros”.

No mencionó su decisión de no llevar mascarilla.

El papa sí utilizó una mascarilla blanca el martes durante un servicio interreligioso en el centro de Roma, y sólo se la retiró para hablar. Hasta ahora sólo se le había visto con ella una vez, al entrar y salir de su auto en un patio del Vaticano el 9 de septiembre. La ley italiana requiere el uso de mascarillas en interiores y al aire libre.

Francisco tiene 83 años y se le extirpó parte de un pulmón cuando estaba en la veintena debido a una enfermedad, de modo que sería un paciente de COVID-19 con alto riesgo de complicaciones. Ha instado a los fieles a cumplir las recomendaciones del gobierno para proteger la salud pública.

En la última semana, 11 guardas suizos y un residente del hotel donde vive Francisco han dado positivo en el virus.

Los casos de coronavirus están creciendo en Italia, y la región de Lazio que rodea la Ciudad del Vaticano está entre las más afectadas. Lazio tenía más hospitalizados y pacientes en cuidados intensivos que cualquier otra región, salvo la más populosa y afectada de Italia, Lombardía.

En el auditorio del Vaticano el miércoles, el público llevó mascarillas, al igual que los guardas suizos, pero Francisco y sus dos asistentes no.

Con información de AP

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