“Esta será la vencida”: Julián Rojas al iniciar nuevo tratamiento contra las drogas
“Lo que dijeron y no dijeron ya eso no existe. Vamos pa’lante en el nombre de Dios, voy muy motivado y esta va a ser la vencida”, fueron las palabras que el reconocido acordeonero Julián Rojas, dijo minutos antes de partir a la ciudad de Bucaramanga, a librar su batalla contra la drogadicción, flagelo que lo ha tenido atado durante años, pero su ganas siguen vivas para seguir dando sus mejores momentos al folclor vallenato.
Desde Villa Nueva, en La Guajira, el Rey Vallenato 1991, recibió acompañamiento para iniciar esta nueva etapa de su vida, en la que cuenta además con el apoyo de su esposa e hija.
Recientemente Julián fue tendencia en las redes sociales, por un video en que se confirmaba haber caído en las drogas y el alcoholismo, a lo cual Rojas salió al paso manifestando: “Estoy muy triste con esto porque ellos no tienen por qué difamarme y ponerme por el piso porque yo estoy en una lucha. Pidió que así como han ‘enlodado su nombre’, también resalten las cosas lindas que ha hecho por el folclor vallenato”, dijo.
Reconoció que durante los últimos años ha tenido varios procesos de rehabilitación, los cuales considera que han sido un fracaso, sin embargo, resaltó que ha seguido luchando para salir de las drogas, el alcohol y el tabaquismo.
“No es un secreto para nadie los diferentes procesos en los que he estado en diferentes centros de rehabilitación, donde han sido fracasos totalmente, porque en muchos de ellos, sobre todo en el último en ‘Hombres de bien’ me quisieron utilizar como carrito, como muñequito, como un modelito para que yo les hiciera promoción aprovechándose de mi condición de artista para hacer más conocido su centro de rehabilitación a nivel nacional”, narró Julián Rojas.
Julián concursó por primera vez en el Festival Vallenato en 1988, sorprendiendo a todos y ubicarse en el tercer puesto, pero en 1991 se coronó Rey, derrotando a Juancho Rois y Gabriel Julio. En su triunfo le acompañaron en la caja, Luis Carlos Valera, y en la guacharaca, Donaldo Martínez; su capacidad para digitar el acordeón hacen recordar los momentos estelares de Alfredo Gutiérrez, calificándolo como uno de los Reyes con mayor carisma.