Sanciones de Reino Unido y Canadá aumentan tensión sobre Bielorrusia
La tensión sobre la crisis en Bielorrusia aumentó este martes después de que Reino Unido y Canadá decidieran imponer sanciones contra el régimen de Alexander Lukashenko, mientras que el presidente ruso Vladimir Putin arremete contra unas «presiones externas sin precedentes».
Reino Unido y Canadá anunciaron sanciones contra ocho responsables bielorrusos, incluido el presidente Alexander Lukashenko, debido a la represión del movimiento de protesta contra el dirigente bielorruso en la exrepública soviética.
«Pediremos cuentas a los responsables de la brutalidad desplegada contra el pueblo bielorruso y defenderemos nuestros valores de democracia y derechos humanos», afirmó el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, asegurando que Londres y Ottawa no aceptan «los resultados de la elección amañada» de Lukashenko.
De viaje en Lituania, el presidente francés Emmanuel Macron, que se reunió con la líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, recordó que la Unión Europea (UE) preparaba igualmente medidas punitivas.
«Europa está en situación de presionar, mediante sanciones que tomaremos en los próximos días y las próximas semanas», declaró el presidente francés en un debate con los estudiantes en la Universidad de Vilna.
Poco antes, el jefe del Estado francés explicó que daría su apoyo a «toda la sociedad civil» contra el presidente Lukashenko, que no está reconocido por la UE, Canadá, Estados Unidos, pero cuenta con el apoyo de Rusia.
Macron reclamó una mediación internacional para organizar nuevas elecciones, controladas por la comunidad internacional, tras las elecciones de agosto, consideradas fraudulentas por la oposición. «Haremos todo lo posible en tanto europeos para ayudar en la mediación», señaló Macron, haciendo referencia a una propuesta de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Transición pacífica
«El objetivo es una transición pacífica, la liberación de las personas que están en prisión por sus opiniones políticas y la realización de elecciones en un contexto libre, bajo supervisión internacional», añadió.
Bielorrusia se encuentra en crisis desde las elecciones presidenciales del 9 de agosto, en las que la Tijanóvskaya reivindicó la victoria ante el presidente Alexander Lukashenko, en el cargo desde 1994.
La opositora se refugió en Lituania el día después de la consulta, en que las manifestaciones masivas en las calles de la ex república soviética fueron reprimidas y miles de personas detenidas.
La Unión Europea rechaza reconocer el resultado de las elecciones, y Macron por su parte afirmó el domingo que Lukashenko «debe irse» del poder.
El líder del Kremlin, Vladimir Putin, dijo que Moscú está preparada para estar junto a Minsk, describiendo sus vínculos como «atemporales y resistentes a cualquier intemperie». Putin prometió brindar asistencia en materia de seguridad a Bielorrusia y acordó un préstamo de 1.500 millones de dólares.
Fuente
AFP