Lo mataron por robarle 5.000 pesos: Dos puñaladas acabaron con la vida de Diego

Nuevamente la intolerancia sigue haciendo de las suyas en gente inocente de Soacha.

Esta vez se trató de un joven padre de familia, quien la madrugada del pasado domingo fue asesinado por un sujeto cuando éste le arrebató $5.000, al momento en que pagaba una caja de cigarros en un comercio frente del edificio donde residía.

La víctima de este vil asesinato respondía al nombre de Diego Joan Alfonso Romero, de 25 años, residía en el conjunto residencial Vida Nueva de la Urbanización Hogares de Soacha, en la vía a Indumil.

Tenía una niña de dos años y estaba casado, era un hombre muy juicioso, dedicado a su hogar, al trabajo y le gustaba hacer deporte.

De cómo fue este vil asesinato, se supo que fue a eso de las 1:30 de la madrugada de ayer, cuando Diego Joan estaba con su cuñado y unos amigos ingiriendo licor dentro del conjunto residencial, ubicado en la carrera 19 con calle 9A.

Luego decidieron bajar hasta frente a la calle donde funciona una cigarrería con el fin de comprar una cajetilla de cigarros.

En el momento en que va a pagar, sacó los $5.000 y dos sujetos le arrebataron la plata, iniciándose una discusión con los mismos, la cual se tornó agresiva y violenta.

Dos puñaladas

De pronto, cuando Diego Joan se sacó la chaqueta para pelear con los sujetos, ve que de la clavícula izquierda le salía sangre, al igual que del pecho, por lo que cae mortalmente herido en la calle.

Su cuñado empezó a pedir ayuda para llevarlo al hospital, donde fue en un taxi quien se detuvo y logran trasladarlo.

Murió en urgencias

La familia denunció que presuntamente el personal de celadores fue negligentes para pedir ayuda en el traslado de Diego Joan hasta el Hospital de Yanguas, falleciendo en la sala de urgencias.

De inmediato el llanto y dolor se apoderaron en las afueras del centro asistencial y con ellos los gritos de justicia.

Sijin

La Policía destacada en el CAI de Hogares de Soacha, de inmediato se trasladó hasta el lugar, acordonando la escena de muerte, mientras se hacían presentes los funcionarios de Homicidios de la Sijin, quienes colectaron los elementos de interés criminalísticos que ayuden en dar con la identidad de los homicidas, de quienes se dijo podrían ser unos reconocidos azotes de la zona.

Redacción Extra Bogotá