Indígenas colombianos denunciaron incursión de grupos ilegales en sus territorios
Cerca de 2 mil personas intentaron tomar un predio protegido de los pueblos arhuacos en la Sierra Nevada de Santa Marta, despertando las alarmas de la comunidad
Un llamado urgente elevó la comunidad de indígenas arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta al gobierno de Iván Duque y las autoridades del Magadalena y Santa Marta para que intervenga en el territorio que desde el pasado 19 de agosto está siendo ocupado por grupos ilegales que dicen podrían estar patrocinados por actores armados.
La ocupación se presenta en un área protegida de la Sierra Nevada en el sector de Don Diego, una zona rural Santa Marta que hace parte de los territorios ancestrales de la etnia Arhuaca.
En un principio fueron unos 300 campesinos quienes invadieron los terrenos, pero a la fecha son cerca de 2 mil personas las que están tratando de mantener posesión sobre esas tierras. Las acciones de las autoridades, que el viernes pasado hicieron presencia en la zona para tratar de controlar la situación ha sido insuficiente e incluso ha motivado la llegada de más ocupantes.
La situación tiene preocupada a las organizaciones de derechos humanos de la región, así como a las autoridades indígenas y grupos de campesinos del sector, pues las 500 hectáreas que pertenecen a la hacienda Don Diego no solo son pare del territorio indígena, sino que en ellas se adelanta un proceso de extinción de dominio que hoy las tiene en la jurisdicción de Parques Naturales de Colombia.
De la identidad y procedencia de los invasores hay muchas dudas, pues en un principio se creyó que eran campesinos de diferentes áreas de la Sierra Nevada que habían llegado al predio a protestar por el incumplimiento del Gobierno Nacional a una serie de acuerdos suscritos con ellos, pero la comunidad Arhuaca mantiene serias sospechas ya que la mayoría de personas que están ocupando el terreno no son conocidas en la región.
En su llamado de urgencia al Gobierno Nacional, los pueblos Arhuacos Magdalena y La Guajira se preguntan: “¿Quiénes están realmente detrás de esta acción por apoderarse del territorio indígena y de la Reserva Natural?”.
Para ellos allí radica la verdadera raíz del problema, pues afirman que quién esté promoviendo la ocupación, tiene suficiente poder como para presionar al Estado.
“Muy seguramente el Ministerio de Defensa tiene la respuesta, porque es bien conocido el dicho que en la Troncal del Caribe no se mueve una hoja sin el permiso de las fuerzas ilegales. Incluso, hay varios centenares de personas que participan de esta acción han sido traídos de otras ciudades”, dicen los pueblos indígenas en su manifiesto.
Estos “grupos ilegales” que referencian sin nombrar, serían los actores armados que vienen retomando control y poderío en los territorios de la Sierra Nevada de Santa Marta, principalmente ELN y Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Clan del Golfo).
En su carta a Duque, los indígenas Arhuacos acusan la negligencia del Estado para solucionar esta situación, así como otros problemas históricos de los indígenas y campesinos que habitan en la Sierra Nevada.
Sobre los campesinos acusan que ni el gobierno pasado de Juan Manuel Santos, ni el presente de Iván Duque, han cumplido con los compromisos pactados, lo cual genera gran malestar entre la comunidad.
“Para importantes sectores de la opinión pública nacional está claro que el Estado ha perdido el control del territorio, que las actividades sociales, políticas y económicas están o serán cooptadas totalmente por la ilegalidad”, dicen en su comunicado.
En la zona de la ocupación, mejor conocida como “la Lengüeta”, ya se habían presentado otros hechos de violencia recientes, como el asesinato de varios miembros de la comunidad indígena y campesina, así como la quema del puesto de control de Parques Naturales.
Emergencia ambiental y amenaza de Covid-19
La ocupación tiene otro problema y es la afectación al medio ambiente en el terreno, ya que los supuestos campesinos están podando árboles y plantas para poder construir asentamientos, algo que deteriora el hábitat de muchos animales.
Además, la presencia masiva de estas personas pone en riesgo a las 50 familias arhuacas que viven en el sector y que temen ante un posible brote de Covid-19 en la comunidad.
Al respecto los indígenas dicen en su carta que ya se presentó la muerte del Gobernador del pueblo Kogui, José de los Santos Sauna, el pasado 6 de agosto a causa del coronavirus, y que desde entonces se han seguido dando casos positivos entre las comunidades indígenas ante la pasividad del Gobierno, que ha incumplido el compromiso de implementar un “Plan de Atención en Salud para el control del COVID en la Sierra Nevada de Santa Marta” y el “programa de seguridad alimentaria para los pueblos indígenas”.
Por todas estas razones exigen al presidente Duque que intervenga en el sector y desaloje a los ocupantes antes de que el problema escale a proporciones incontrolables y propicie una afectación irreparable a las comunidades indígenas de la sierra.
“Nos hemos mantenido en aislamiento en nuestro resguardo, y aun así seguimos en riesgo de exterminio físico y cultural por el ingreso de innumerables personas que atentan contra nuestro territorio, además violando las medidas de cuarentena y que podrían causar además de la ya consumada tragedia ambiental, el etnocidio de nuestro pueblo”, concluyen en su carta.