Así vivieron los vallenatos la reapertura de los templos religiosos en pandemia
“Un fuerte apretón en el pecho, producto de una mezcla de emociones, es lo que viví al regresar a la casa de Dios. Me salieron lágrimas de alegría, pero a la vez de nostalgia de ver mi templo tan restringido, estábamos juntos, pero a la vez separados porque así nos ha dejado el Covid-19; nos toca orar para que todo pase y siempre pensar que el tiempo de Dios es perfecto, es hora de reflexionar”.
Así lo manifestó Elvia Margarita Molina Pérez, una docente vallenata, que tuvo la oportunidad de asistir a la iglesia La Inmaculada Concepción, en el marco del plan piloto de reapertura del sector religioso en estos tiempos de pandemia.
Destacó que le dio tristeza ver como muchos fieles no pudieron ingresar al templo, se requiere de una inscripción previa, pero además cumplir con unos protocolos de bioseguridad, que aunque se deben respetar como medida de prevención contra el virus, dan una sensación de aislamiento y de un acto individual con Dios.
Así como Elvia Margarita vivió la eucaristía, también lo hicieron otras 49 personas que ingresaron al templo, ya que el aforo permitido es para 50 feligreses y por cupo asignado a través de una plataforma digital.
En el caso de la iglesia La Inmaculada Concepción, cinco eucaristías se llevaron a cabo este domingo. Bien temprano, los feligreses acudieron según el orden registrado a través de la plataforma digital www.laiglesiamecuida.com.
La toma de temperatura, desinfección de manos y cuerpo, solo dos personas por banca y el uso obligatorio del tapabocas son las medidas que desde la puerta del templo se están considerando. No hubo abrazo de paz y la hostia la recibió cada persona en sus manos por parte del párroco, quien portaba también los elementos de bioseguridad para evitar contagios.
Monseñor Oscar Vélez Isaza, obispo de la Diócesis de Valledupar, quien presidió la eucaristía en la Catedral Santo Ecce Homo, indicó que esta reapertura era muy esperada, se soñaba con este momento que con mucha responsabilidad se le pidió al Presidente de la República, a través de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Es así, como después de haber estudiado con el municipio de Valledupar, los protocolos fueron aprobados y se nos dio la facultad de empezar con estas experiencias pilotos, dijo.
Monseñor reiteró que en este mes hay que reforzar los cuidados, se necesita de la colaboración de todos para evitar mayores contagios de Covid-19. Igualmente recordó, que nadie puede asistir a la iglesia sin inscribirse previamente, que los feligreses salgan de su casa directamente al templo como una manera de disminuir los riesgos de contagio, las aglomeraciones en la entrada y salida de las iglesias están prohibidas.
Lógicamente a cada persona que acuda, se le desinfectan las manos y cuerpo, debe mantener la distancia de dos metros, y para ello todas las bancas están señalizadas, así como también las medidas de bioseguridad en sitios visibles.
El abrazo de la paz será suprimido durante este tiempo de pandemia y la comunión se entrega en la mano a cada persona en su puesto, sin que haya diálogo entre el celebrante y el fiel.
“No basta solamente estos protocolos y esta norma, cada uno tiene que poner de su parte, insistimos en el autocuidado ya que de ello depende que las iglesias mantengan sus puertas abiertas”, reiteró Monseñor.
Durante la eucaristía, fue admitido un grupo de jóvenes de la Diócesis de Valledupar para iniciar su carrera en el Seminario Juan Pablo II.
Por su parte, Doriam Rocha, párroco de la iglesia La Inmaculada Concepción, dijo que el día de ayer se vivieron momentos de grandes bendiciones, es una satisfacción dejar de predicarle a una cámara y volver a ver la cara a la feligresía. “Sabemos que aún hay muchas limitaciones, hubo personas que lloraban para entrar y no se podía; otras lloraron de alegría, de nostalgia por la manera en que se está viviendo la gracia de Dios en tiempos de pandemia”.
El llamado es a la feligresía para que respete las normas, y consideren que los decretos son emitidos por el bien de todos, ya que se están viviendo momentos difíciles con el pico de la pandemia por el Covid-19.
“Hoy más que nunca debemos valorar los sacramentos, la presencia de Cristo en la eucaristía y de nuestros hermanos. Sabemos que muchos han vivido momentos duros, pero es hora de recibir los tiempos de alegría y esperanza”, dijo el padre Doriam Rocha.
Luis Galvis, secretario de Gobierno municipal, acudió a la Catedral Santo Ecce Homo, para verificar el plan piloto de reapertura del sector religioso. “Vemos el alto grado de responsabilidad de la Iglesia en el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud”.
Pidió a los vallenatos responsabilidad a la hora de utilizar los canales que la Iglesia ha dispuesto para solicitar los cupos de ingreso a las eucaristías, las cuales se realizarán en tres horarios de lunes a sábado y cinco los domingos.
Manifestó que el sector religioso está asumiendo este reto con responsabilidad, pero es necesario que la ciudadanía mantenga el autocuidado para la prevención de contagios, tomando en cuenta que en este mes se registrará el pico más alto de la pandemia.
En el caso de las iglesias católicas iniciaron las eucaristías presenciales las parroquias: La Inmaculada Concepción, Catedral Ecce Homo, Nuestra Señora del Carmen, Santísima María del Camino, Inmaculado Corazón de María, ubicada en el barrio Jorge Dangond; y San José Obrero en Primero de Mayo. La Natividad en el sector El Novalito, no abrió ayer sus puertas y se espera que lo haga durante esta semana, según lo manifestó el presbítero Jesús Torres.
Los horarios autorizados son: Lunes a sábado 6:30 a.m. a 7:30 a.m, 12:00 m. a 1:00 p.m, 6:30 p.m. a 7.30 p.m. Mientras que los domingos los horarios permitidos son los siguientes: 10:00 a.m. a 11:00 a.m, 12:00 m. a 1:00 p.m, 5:00 p.m. a 6:00 p.m, 7:00 p.m a 8:00 p.m.
El aforo máximo será de 50 personas, mayores de 65 años y menos de 18 años no podrán asistir, tampoco las personas que presenten síntomas gripales.