Reino Unido suspende el tratado de extradición con Hong Kong por la ley de seguridad
Gran Bretaña tensó este lunes aún más sus relaciones con China al suspender su tratado de extradición con Hong Kong, en protesta por la controvertida nueva ley de seguridad aplicada por Pekín en el territorio.
El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, anunció la suspensión «inmediata y por una duración indeterminada» del tratado de extradición con Hong Kong, en reacción a la imposición por China de esta ley en la excolonia británica.
En un anuncio muy esperado ante el Parlamento, el ministro justificó esta decisión en el hecho de que la ley de seguridad impuesta en Hong Kong ha «modificado considerablemente» la manera en que funciona su sistema judicial.
China puede ahora reclamar «la jurisdicción en ciertos asuntos», que entonces pasarían «ante los tribunales chinos», argumentó el jefe de la diplomacia británica.
Raab también anunció ante el Parlamento que el Reino Unido decidió además extender a Hong Kong el embargo de armas «potencialmente letales» que aplica a China desde 1989.
«La extensión de este embargo significa que no habrá más exportaciones de armas potencialmente letales, sus componentes o municiones», explicó el ministro, añadiendo que esto también se refiere a «todo equipo que no esté ya prohibido (en China) pero que podría ser utilizado para la represión interna».
Ambas decisiones se adoptaron en respuesta a la promulgación por China a finales de junio, tras una oleada de protestas por las libertades en Hong Kong, de la ley de seguridad nacional en ese territorio.
Entre otras cosas, la ley castiga las actividades separatistas, «terroristas», la subversión o las injerencias extranjeras en el territorio autónomo de China.
«Es una violación clara y seria del tratado sino-británico que había organizado en 1997 la retrocesión de Hong Kong a Pekín, señaló Raab.
Gracias a este texto, a Hong Kong se le garantizaban hasta 2047 libertades desconocidas en el resto de China, según el principio «un país, dos sistemas».
En reacción, Londres ya había anunciado la ampliación de los derechos de inmigración a millones de hongkoneses titulares del «pasaporte británico de ultramar», lo que facilitaría el acceso a la ciudadanía.
– «No seguir la vía errónea» –
A las tensiones se han sumado las críticas británicas sobre el trato de China al grupo étnico minoritario uigur, musulmanes a los cuales –de acuerdo con denuncias de grupois humanitarios– se traslada a centros de reeducaciòn y se somete a esterilizaciones forzadas.
Wang Wenbin, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, había advertido a Gran Bretaña sobre eventuales represalias por inmiscuirse en sus asuntos internos, y calificó de «calumnias» las críticas a la política de Pekín respecto a los uigures.
«Instamos al Reino Unido a que no prosiga por esta vía errónea, para evitar daños aún mayores en las relaciones con China», advirtió Wang.
«Las observaciones y medidas erróneas recientes respecto a Hong Kong violan gravemente al derecho internacional y a las normas básicas que rigen las relaciones internacionales…», continuó.
«China condena y se opone enérgicamente a esto», subrayó.
La suspensión de este tratado de extradición por parte de de Gran Bretaña tiene lugar después de que Estados Unidos, Canadá y Australia tomaran medidas similares.
Pekín ha acusado a Londres de ser una ‘marioneta’ de la política exterior estadoounidense respecto a la empresa Huawei, luego de que Washington impusiera sanciones a la sociedad china para su acceso a chips norteamericanos que son claves para sus redes 5G.
Estados Unidos cree que la empresa privada está en connivencia con el Estado chino, y que el uso de su tecnología podría poner en peligro cuestiones vinculadas a los servicios de inteligencia, lo que la empresa niega.