29 de noviembre
Internacional

«Iban a matarme»: viróloga que huyo de China revela cómo ocultaron verdad sobre COVID-19

Li-Meng Yan, una de las primeras científicas que investigó el coronavirus en el gigante asiático, vive actualmente escondida en Estados Unidos.

En una entrevista con Fox News, Yan aseguró que el gobierno chino sabía de la presencia y peligro del COVID-19 antes de confirmar oficialmente el pasado 31 de diciembre la emergencia sanitaria en Wuhan, región donde surgió el brote.

La viróloga, que trabajaba en la Universidad de Salud Pública de Hong Kong, enfatizó en el informativo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) también conocía la existencia del virus en el país asiático desde principios de este año.

Yan, igualmente, señaló que realizó una investigación que demostró que el coronavirus se estaba transmitiendo muy rápido entre personas. Sin embargo, sus superiores, incluido un supuesto funcionario de la OMS, no le prestaron mucha atención y le pidieron que guardara silencio.

“Me dijeron que no cruzara la línea roja, es decir, que no fuera contra los procedimientos del régimen y que no contradijera sus principios. Si no, me metería en problemas y podría ‘desaparecer’”, agregó en la cadena de noticias.
De acuerdo con la científica, se pudieron haber salvado muchas vidas en China y en el mundo entero, de haber sido escuchada a tiempo por el Gobierno, pero decidieron hacer caso omiso a su informe.

A pesar de que la amenazaron, Yan manifestó en Fox News que un amigo, que trabajaba en el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del gigante asiático, le confirmó que el COVID-19 sí se transmitía de persona a persona, mucho antes de que el gobierno y la OMS lo notificaran.

“Pekín se negó a permitir que los expertos extranjeros, incluidos los de Hong Kong, investigaran sobre el origen del virus”, puntualizó.

La viróloga, por último, afirmó que decidió huir de China en abril pasado luego de que el gobierno intentara destruir su reputación, mediante un ataque cibernético. “Si me quedaba, hubiese terminado desaparecida o asesinada, ya que iban a matarme”, concluyó.

La OMS ha negado todas las acusaciones de la científica y aseguró que no tienen datos que la acrediten como trabajadora de un laboratorio del organismo, mientras que el gobierno chino mantiene que su gestión fue la adecuada y que se salvaron muchas vidas.

Acá, las declaraciones:

pulzo

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