Cerebro operación Bastión: hicieron bolsa de $600 millones para asesinarme
Por primera vez da una declaración a un medio el hombre que estuvo detrás de la misión que develó uno de los peores escándalos de corrupción dentro del Ejército. Se trata del coronel en retiro Martín Arrauth. Este oficial fue, según fuentes dentro de las instituciones, hombre de confianza del ex comandante de las fuerzas militares, general Alberto José Mejía, hoy embajador de Colombia en Australia.
El coronel Arrauth, según recuerda él mismo, fue comandante de Contrainteligencia del Ejército desde el 14 de diciembre del 2015 hasta el 26 de julio de 2018.
Aseguró que reestructuró y reorganizó la Contrainteligencia del Ejército Nacional y en su momento planeó, por orden y directriz del mando superior, no solo la misión Bastón, sino más de otras 700 misiones de trabajo.
Según el oficial, el objetivo de estas era identificar, prevenir, detectar, interrumpir o contrarrestar un conjunto de actividades de inteligencia extranjera, organizaciones terroristas, agentes generadores de factores de inestabilidad y de cambios, como otras amenazas, para la preservación de personal, instalaciones, infraestructura, equipos, materia e información, todo dentro del marco y los fundamentos constitucionales y legales.
Su nombre hoy cobra una alta relevancia porque dentro de la fuerza y fuera de ella ha sido señalado de ser una de las personas que ha entregado a la prensa innumerables documentos sobre las presuntas actuaciones irregulares, criminales y de corrupción de oficiales, que encontró en los casi tres años que estuvo al frente de la contrainteligencia militar.
Sobre su trabajo, el coronel Arrauth aseguró que muchos de los procesos se llevaron de la mano de la Fiscalía y la Procuraduría, que los entes de control tienen los documentos y que son indagaciones que cuentan con mas de 25.000 pruebas de poligrafía y que tienen grabaciones “que nadie puede borrar”.
Y frente a la filtración de documentación a los medios, el oficial, en una comunicación que le hizo llegar a Caracol Radio, dijo que “nunca violará la reserva legal de las misiones de trabajo y menos la ley de inteligencia, como han tratado de mencionar algunos periodistas que desconocen la realidad del planeamiento y dirección, sincronización de información, procesamiento y difusión, como herramienta para la toma de decisiones del mando”.
También el coronel Arrauth le respondió al ex director de la Justicia Penal Militar Alejandro Ramírez, quien en una entrevista lo señaló de haberse lucrando, supuestamente, con los dineros para el pago de recompensas.
Al contrario, dijo que «nunca tuvo que pagar recompensa alguna por las operaciones y misiones de trabajo que operacionalmente tuvo bajo su mando ni por protocolos, procesos y procedimientos que dirigió en la Contrainteligencia del Ejército Nacional, asunto fácilmente verificable en los archivos de dicha dependencia del Comando del Ejército Departamento 2, que pertenece a la Jefatura de Estado Mayor de Planeación y Políticas, JEMPP”.
El exjefe de la contrainteligencia del Ejército, que afirma ha sido condecorado en 53 ocasiones y cuenta con dos maestrías, denunció que desde que salió del cargo ha sido objeto de permanente seguimiento, vigilancias y amenazas por parte de personas desconocidas, “presumiblemente de estructuras de poder, quienes no sólo buscan deshonrar su intachable carrera militar, fácilmente verificable en su hoja de vida, sino que, además, colocan en peligro su vida e integridad personal y la de toda su familia”.
Dijo que gracias a esas misiones de trabajo, sacaron a más de 3.000 hombres de la fuerza y que por eso es blanco de muchos ataques, al punto que hicieron una bolsa de $600 millones de pesos para asesinarlo.
Por último, dijo que uno de los hombres que llevaba información clave de la operación Bastón, un teniente coronel, quedó cuadrapléjico, luego de un ataque, que hicieron pasar como un atraco.
Con Caracol Radio