Desde sus hogares, vallenatos honraron al Santo Ecce Homo
37
Sin poder ver esa mirada tierna y milagrosa, sin poder besar sus pies y tocarlo para recibir su bendición, ayer la feligresía vallenata vivió de manera atípica, una de las celebraciones religiosas más importantes de Valledupar, el día de su santo patrono, Ecce Homo.
La Misa Mayor en la iglesia Inmaculada Concepción y el encuentro con su pueblo en Plaza Alfonso López, quedaron en el recuerdo. Las restricciones por la emergencia sanitaria que deja la pandemia del Covid-19, impidieron que de manera presencial, se viviera esta fecha, pero sí de manera espiritual en cada hogar de Valledupar.
“Nostalgia, tristeza y resignación, es lo que sentimos este Lunes Santo. Este episodio es una señal de Dios y del mismo Santo Ecce Homo para que cambiemos, y en lugar de restar le sumemos a la humanidad que hoy está siendo rescatada por el Creador”, manifestó Esmeralda Acosta, feligrés vallenata, quien con lágrimas en los ojos indicó que vivió la eucaristía a través de la pantalla de un celular, pero admitió haber sentido en los más profundo de su espíritu la bendición de su santo.
‘He aquí el Hombre’; así mismo como se lee se sintió y bajó su mirada a los fieles, quienes esta vez no pudieron visitarlo pero sí recibir su bendición en cada hogar, desde donde la comunidad reflexionó y ven este episodio como una oportunidad de Dios para la humanidad, afirmó por su parte Ana Julia Clemente, vecina del barrio Cañahuate y quien desde hace más de 35 años, había acudido a la misa y procesión de su patrono.
Y así lo vivieron muchos vallenatos. Esta vez las redes sociales fueron las encargadas de trasmitir la fe y esperanza que tanto esperaban los feligreses. A las 10:00 a.m se realizó la Misa Mayor desde la iglesia Inmaculada Concepción, la cual fue presidida por el padre Enrique Iceda. A las 4 de la tarde, se llevó a cabo la segunda eucaristía por el padre Doriam Rocha.
Para el padre Enrique Iceda la celebración católica en honor al Santo Ecce Homo, fue el reflejo de que “Dios está con nosotros, hoy, mañana y siempre; que no hay cabida para dudar de su amor y que el único dueño de la vida y la muerte”.
Este año no se pudo llegar a los pies de Ecce Homo, a contemplar sus bellas rosas rojas como reflejo del paraíso que representa, pero si desde los profundo del corazón, se recibió la bendición de un patrono que de seguro velará por el bien de esta comunidad.
El padre Iceda pidió al santo patrono, protección y sabiduría para los gobernantes, especialmente para el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo, y para el alcalde de Valledupar, Mello Castro, para quienes pidió fuerzas y bendiciones en el trabajo se desarrollan en el control y prevención del coronavirus.
Silvio Cuello Chinchilla, personero de Valledupar y miembro de la Hermandad de Jesús de Nazareno, manifestó que con profunda tristeza interrumpió la hazaña, que por 25 años había cumplido cargando al Santo Ecce Homo en su día para entregarlo al pueblo vallenato.
Sin embargo, expresó que de cualquier manera Ecce Homo sigue cuidando a Valledupar, a sus fieles, a su gente que ayer vivió a corazón abierto su bendición desde los hogares. “Es momento de reflexionar, de decir adiós al odio, a la envidia y a los rencores. Esto que está sucediendo es un llamado de Dios a vivir esta Semana Santa en recogimiento y con la mirada a la piedad y misericordia”.