Internacional

“Ximena quería seguir estudiando, pero México me la quitó”, despiden padres a estudiantes asesinados

 

Ximena quería seguir estudiando en México, pero México me la quitó, fueron las palabras con las que Jorge Enrique Quijano despidió a su hija, la estudiante colombiana que se encontraba de intercambio en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y que fue asesinada junto a tres personas más en Huejotzingo.

Jorge Enrique Quijano y Sonia Hernández, padres de Ximena N., y José Antonio Parada y Angélica Leonor, padres de José Antonio N., llegaron desde Colombia a la ciudad de Puebla para despedir a sus hijos en la misa oficiada por el obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini en la UPAEP, quien pidió a las autoridades no hacer caso omiso al homicidio que causó indignación y dolor en amigos y familiares de los estudiantes de medicina.

A la mitad del acto, el padre de Ximena cantó ¡A mis amigos les adeudo las palabras y el aliento y el abrazo. A mis amigos les adeudo la paciencia!

Luego, la madre de José Antonio, agradeció porque en el poco tiempo que su hijo estuvo en Puebla fue feliz y eso es lo importante.

“No nos llevamos ninguna mala imagen ni ningún mal recuerdo de México, de Puebla, porque ellos todos los días nos contaban lo feliz que estaban y eso es gracias a ustedes”, dijo.

Al término de la misa, la madre de Quiqui, como le gustaba que le llamaran a José Antonio, recordó que Colombia también es un país violento, pero pidió que la muerte de los estudiantes sirva para que México logre la paz.

“Gracias a ustedes esto no va a quedar impune, sé que ustedes van a seguir cuando nos vayamos y si tenemos que volver no importa, venimos”, agregó Angélica Leonor, en una conferencia ante los medios de comunicación.

Por su parte, Jorge Quijano, padre de Ximena, la recordó como una joven que amaba a México, que estaba loca por estudiar medicina y hacía reír a todo mundo.

“Era una loca porque yo pienso que todo aquel que le dé por estudiar medicina está loco, pero esa loca la amaba, amaba la medicina y esa loca, mi Ximenita amaba su carrera, su universidad en Colombia. Ella quería seguir estudiando en México y aquí en Puebla, ella quería hacer su especialización acá y México me la quitó”, dijo.

Consideró que a veces la ley inconscientemente protege a delincuentes, la corrupción hace que la impunidad exista y muchos que tienen dinero puede corromper a un juez.

“Estos muchachos colombianos que nos duele en carne propia, fueron niños que tenían un sueño enorme que es ser los mejores médicos del mundo. Ese sueño que fueron construyendo en el primer semestre que se conocieron”, dijo el padre de Ximena.

Quijano recordó que su hija llegó en agosto de 2019 a la ciudad de Puebla donde a diario salvaron vidas, incluso de delincuentes, porque un hospital tiene que atender a cualquier persona sin preguntar si es delincuente como quienes le arrebataron la vida.

El Sol de Puebla

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