Sanders barre en Nevada y se consolida como líder de la carrera demócrata
Prometía anoche Bernie Sanders que una Casa Blanca con él al frente «se parecerá a Estados Unidos», será diversa en raza y género. Bromeando, añadió que «al menos habrá un viejo blanco». El septuagenario senador, que trasladó su campaña a Texas en vez de quedarse en Nevada a seguir el recuento, ha ganado con claridad la tercera cita de las primarias demócratas. Todo ello según las proyecciones de varios medios de comunicación estadounidenses y con apenas el 23% escrutado horas después del cierre de los caucus.
La buena noticia para Sanders es que, de acuerdo a las encuestas, en Nevada ha obtenido el apoyo de algunos de los sectores decisivos para poder derrotar a Donald Trump en noviembre: mujeres, latinos, jóvenes e incluso afroamericanos. Si el veterano senador no se desploma en Carolina del Sur, difícilmente Joe Biden podrá argumentar que él es el único capaz de obtener el respaldo de las minorías. Consciente de ello, Bernie Sanders subrayaba desde San Antonio que «hemos unido una coalición multigeneracional y multiracial», clave para batir a Donald Trump en noviembre.
El apoyo que ha recibido Sanders en Nevada es el mismo del que hace doce años se bautizó como «coalición Obama», la que permitió la victoria del primer presidente afroamericano de la historia del país. Quien fuera su vicepresidente, Joe Biden, ha afirmado en Las Vegas que ha vuelto, a pesar de que «la prensa declara muerta a la gente muy rápidamente». Y lo ha hecho, vaticinó, «para ganar» en Carolina del Sur, siguiente cita de las primarias, «y después en el supermartes», que el 3 de marzo repartirá más del 30 % de los delegados. Biden se había impuesto conseguir al menos un segundo puesto en Nevada. Lo obtenía al inicio del recuento, pero muy lejos del ganado.
A falta de que lo certifiquen los resultados oficiales, Bernie Sanders ha conseguido no solo ganar el voto popular en las tres primeras citas de las primarias demócratas sino también liderar en número de delegados. Supera de esta forma al exalcalde Pete Buttigieg, el candidato de menos edad, 38 años, que esta madrugada se ha dirigido a los suyos con un mensaje de alarma. «Antes de que nos apresuremos a nominar a Bernie Sanders, echemos un serio vistazo a las consecuencias». Según Buttigieg, «el senador Sanders cree en una revolución inflexible e ideológica que deja fuera a la mayoría de demócratas, por no decir de estadounidenses».
La Voz