Efecto Aida Merlano: ¿Tambalea Arturo Char como presidente del Senado?
El día en que la exsenadora Aida Merlano fue capturada, los entendidos de la política tenían claro que la detención de la congresista pondría a temblar a buena parte de la clase dirigente de la Costa Atlántica. Sin embargo, para entonces era imposible prever que el caso Merlano terminaría convertido en una novela cuya trama es digna, más que de las páginas de los periódicos, de la parrilla de Netflix. En el corto plazo, sus explosivas declaraciones tienen la aspiración de Arturo Char a la presidencia del Senado en la cuerda floja.
Arturo, quien hoy es congresista de la bancada de Cambio Radical, fue ungido por sus copartidarios para ocupar la presidencia del Senado a partir del próximo 20 de julio. Con esa designación de su colectividad, Arturo Char se convirtió en el virtual presidente de la Cámara Alta.
A esto se llegó, pues cuando se conocen los resultados de las elecciones legislativas, los partidos se ponen de acuerdo para turnarse, a lo largo de cuatro años, las presidencias de Senado y Cámara. Más allá de las diferencias políticas entre las distintas corrientes, esos acuerdos siempre se respetan.
Así las cosas, cuando le toca el turno a una determinada colectividad, el elegido es aquel que, en el seno de sus discusiones internas, el partido haya designado para ocupar ese codiciado cargo.
El turno para tener ese trofeo a partir de próximo 20 de julio es para Cambio Radical. Por esto, en días pasados la bancada se reunió para decidir cuál de sus miembros sería el próximo presidente de la corporación. En ese encuentro, se hicieron evidentes las fisuras que hoy existen al interior del partido y cada una de las corrientes llegó con su propio candidato.
Sobre la mesa estaban los nombres de Germán Varón, de la línea de Vargas Lleras; Rodrigo Lara, a título propio, y Arturo Char, en nombre de su familia. Luego de varias horas de deliberación, los Char se hicieron a la victoria y Arturo fue elegido por unanimidad como próximo presidente del Senado.
Hasta antes de las declaraciones de Aida Merlano, se daba por hecho que sería él quien ocupe la silla de la presidencia de la alta corporación. Sin embargo, la fuerza del ventilador de la excongresista ha sido tal que eso ya no puede afirmarse como algo cumplido. A la candidatura de Arturo Char ahora le han salido tres grandes obstáculos: 1) La oposición, 2) Las voces dentro de su propio partido, 3) Buena parte de la opinión pública.
En cuanto a los senadores de los partidos de oposición, varios han alzado sus voces para pedirle a Cambio Radical que reconsidere su decisión y que presente un nombre que esté libre de todo cuestionamiento. Así los hicieron Antonio Sanguino (Partido Verde), Aida Avella (Decentes) y Carlos Lozada (Partido Farc). Los tres manifestaron su descontento con la designación de Char a la luz de las nuevas declaraciones y pidieron que su nombre no sea tenido en cuenta para la presidencia del Senado.
En cuanto a Cambio Radical, es previsible que los cuestionamientos que hoy pesan sobre el nombre de Char terminen ahondando las divisiones internas que, sin lugar a dudas, no son menores.
SEMANA habló con varios de los integrantes de la bancada y muchos de ellos coinciden en que poner a Arturo Char como presidente de Senado, en medio de este escándalo, podría tener un costo político muy alto para la colectividad.
Así las cosas, el nombre de Germán Varón ha vuelto a aparecer en el panorama y al interior del partido hay varias voces que hoy piden que se vuelvan a barajar las cartas para impulsar a la candidatura de este senador, muy de la línea de Vargas Lleras.
En la pelea sigue también el nombre de Rodrigo Lara, pero dado el distanciamiento público que tuvo lugar entre este último y los senadores de Vargas y de los Char, es probable que Varón cuente con el apoyo que Lara hoy no tiene. Está además sobre la mesa la discusión del proyecto que permitiría el trasfugismo y, para que no se desbarate el partido, a Vargas Lleras le conviene tener en la presidencia del Senado a un hombre de su entera confianza que pueda oponerse a la aprobación de dicho proyecto de ley.
Por último, como factor adverso a la aspiración de Arturo Char, está el ambiente que se ha creado en la opinión pública. Las declaraciones de Aida Merlano han sido primera tendencia en las redes sociales durante la última semana y se puede decir que, como era de esperarse, el manto de duda que quedó sembrado sobre los Char no es menor.
Así las cosas, en los próximos días el partido Cambio Radical tendrá que tomar una decisión sobre el particular. El tema no será fácil pues, más allá de la coyuntura, el poder de los Char dentro de la colectividad sigue siendo muy grande. No obstante, en momentos como este, aveces la lógica política pesa más que los liderazgos internos.
En el caso de Álex Char, hermano de Arturo, el buen desempeño que tuvo en la administración de la ciudad, más el poder económico y político de su familia, lo perfilan como un seguro candidato para suceder al Iván Duque en el 2022.
Aunque hasta el momento, por la particular situación de bloqueo diplomático entre Colombia y Venezuela, lo dicho por Merlano seguramente no tendrá implicaciones jurídicas, se da por sentado que las implicaciones políticas no serán de poco monta. Mal que bien, aún cuando ninguno de los Char se ha pronunciado sobre el particular, unas acusaciones de este calibre ponen un manto de duda sobre cualquier candidatura, por más popular que sea el aspirante.
En primicia de Semana Noticias, la excongresista Aida Merlano le dio a Vicky Dávila una entrevista de más de dos horas y ahí aprovechó para ahondar en varios de sus señalamientos. Esta vez, más que antes, enfocó sus ataques hacia los Char y los Gerlein. Dio más detalles de su presunta relación sentimental con Julio Gerlein, habló de la forma en la que se compraban los votos en su región, y hasta llegó a afirmar que Alex Char, exalcalde de Barranquilla, trató de “seducirla” con fines electorales.
Pero de las revelaciones de Aida Merlano, tal vez la que mayor incidencia pueda tener en el futuro inmediato, es la del relato de su plan de escape de la cárcel. Según la excongresista, los pormenores de la fuga fueron definidos en una video llamada en la que, afirma Merlano, habrían participado Arturo Char, Fuad Char y Julio Gerlein. Esta acusación, entre las muchas otras que fueron proferidas contra la familia Char en medio de este escándalo, tendrán implicaciones políticas tanto en el largo como en el corto plazo.
El país ha ido conociendo día a día los desarrollos de una historia que, por el muy alto perfil de los presuntos implicados, de seguro tendrá profundas consecuencias en el ajedrez político nacional.
Aunque Merlano llegó a decir que responsabilizaba a Álvaro Uribe por lo que ella o a su familia pudiera pasarles, y afirmó que el presidente Iván Duque quería asesinarla, el blanco principal de sus dardos fueron las familias Char y Gerlein, las dos casas políticas más poderosas de la costa.
Sobre estos últimos, Merlano afirmó que fueron ellos quienes siempre manejaron la compra de votos en sus campañas; los acusó de financiación ilegal; dijo que habían coordinado su fuga y, finalmente, remató con que luego de que esta tuviera lugar la secuestraron para “desaparecerla”.
Esas acusaciones de las cuales, hay que decir, hasta el momento no se han presentado las pruebas, ya son lo suficientemente graves como para levantar el polvo en las entrañas de la clase política barranquillera.
Revista Semana