23 de noviembre
General

800 hectáreas afectadas en Cesar, por aumento de incendios forestales

Durante el inicio de la temporada de sequía, unas 800 hectáreas han sido afectadas en el Cesar con los incendios forestales, que han dejado afectaciones en pastos, ganado y cultivos de plátano, café, tomates, aguacate y cacao.

La información fue anunciada durante la realización del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo, en el que participaron la Unidad de Gestión del Riesgo en el Cesar, secretarías de Agricultura, Ambiente y Gobierno; Corpocesar, bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja y gremio de ganaderos y agricultores.

En la mesa de trabajo se informó además que los municipios donde se sentirá más la sequía, durante el primer trimestre del año, son: Valledupar, Astrea, El Paso y Aguachica; mientras que Valledupar, Agustín Codazzi, La Jagua de Ibirico, El Paso, Aguachica y Pueblo Bello, tienen mayor riesgo de incendios forestales.

María José Páez Díaz, jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastre y Cambio Climático, informó que en la reunión se dio a conocer el Plan de Acción para la Temporada Seca, establecido por las autoridades departamentales y cuya misión es promover la prevención.

Indicó que se ha iniciado un trabajo intersectorial, a través del cual se están estableciendo recomendaciones con un plan de acción, que tendrá seguimiento durante toda la temporada.

Por su parte, Wilson Solano, secretario de Agricultura y Fomento Empresarial, informó que de las 800 hectáreas afectadas por los incendios forestales en el departamento, en 400 se ha perdido pastos y ganadería, siendo el más grande el registrado en el corregimiento de Aguas Blancas.

El resto de hectáreas están en parte de Serranía del Perijá, reportando afectaciones en cultivos de tomate, café, aguacate, plátano y cacao.

Destacó que una de las grandes conclusiones logradas durante el Consejo Departamental del Riesgo, es que hay que coordinar con las autoridades para sancionar a los promotores de las quemas ilegales y detener el tráfico de camiones cargados con madera desde la Serranía del Perijá.

Jhon Valle Cuello, director de Corpocesar, destacó que la meta es prevenir al campesino, agricultor y ganaderos para que no promuevan las quemas controladas, porque cualquier chispa puede terminar en un incendio de grandes proporciones.

“Hay que tener una participación activa, sobretodo la comunidad que no esté jugando con la candela, sino que se actúe con mucha responsabilidad en el tema de los ríos, deforestación y preservación de la flora y fauna”, afirmó.

Resaltó que a la gente se le olvida que los ríos no tienen el mismo caudal en invierno y en verano, y creen que porque tienen algunos litros autorizados por Corpocesar, pueden utilizar la misma cantidad, cuando el caudal se reduce en un 70%.

LA META ES PREVENIR

Andrés Felipe Mesa Araújo, secretario de Ambiente, indicó que es preocupante que hasta ahora vayan más de 800 hectáreas quemadas “y no podemos llegar a las 16.000 hectáreas del año pasado, estamos apenas empezando la temporada de sequía y la cantidad de incendios tienen en alerta a las autoridades”.

Desde el punto de vista agropecuario, ya se han dado las recomendaciones, al igual que del riego y los efectos ambientales de los incendios forestales. Más de 90% de los incendios que se presentan son por la intervención del hombre, por lo tanto se pueden prevenir.

DOS COMPARENDOS

Tyler Tamayo, jefe de Riesgo en Valledupar, dijo que el municipio está establecido un plan de contingencia que consiste en hacer seguimiento las zonas corregimentales más susceptibles a los incendios forestales, donde además se está impartiendo educación sobre el consumo responsable del agua.

Se han impuesto dos comparendos por la quema indiscriminada en zonas urbanas y rurales, en respuesta a la Ley 1801 de 2016, por la cual se expide el Código Nacional de Policía.

PARA ESTA TEMPORADA SE RECOMIENDA:

• Evitar “quemas controladas”, en cualquier tipo de cobertura de vegetación.

• Sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de apagar debidamente las fogatas y no arrojar elementos inflamables como fósforos, combustibles, colillas de cigarrillo, vidrio o plástico.

• Cumplir con las restricciones para acceder a las zonas de áreas protegidas.

• Poner en práctica los programas de uso y ahorro eficiente del agua.

•No dejar colillas mal apagadas o residuos tipo vidrio que sirvan como elementos concentradores de radiación solar.

• Buscar sistemas alternativos de abastecimiento de agua para los animales.

• Vigilar zonas y regiones con posibilidad de brotes infecciosos por plagas o enfermedades

• Reportar emergencias por incendios que afecten sistemas productivos agropecuarios al cuerpo de bomberos del municipio, así como al Comité Municipal de Gestión del Riesgo.

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