Piñera descarta renunciar tras dos meses de crisis en Chile
El presidente chileno, Sebastián Piñera, descartó renunciar a su cargo, pese a los bajos niveles de aprobación de su gobierno enmarcados por protestas sociales en el país que están a punto de cumplir dos meses consecutivos.
«No he pensado en renunciar, fui elegido presidente por una mayoría de chilenos y tengo el deber de cumplir ese mandato», señaló el mandatario.
Piñera concedió este lunes una entrevista a una cadena radial nacional, en la que afirmó estar «dolido» por el bajo apoyo de sus compatriotas reflejado en los sondeos.
«Uno lo único que hace es trabajar arduamente para mejorar la calidad de vida de los chilenos», indicó.
El mandatario pidió «perdón» a la ciudadanía «por los errores» cometidos en el manejo de la crisis por demandas sociales, que ha motivado masivas manifestaciones, y también saqueos e incendios al transporte, locales comerciales e infraestructura pública y privada, en los que se utilizó «tecnología de punta y organización sofisticada».
«Violentistas sin dios ni ley estaban quemando el país y estaban dispuestos a quemarlo todo», recalcó al justificar su decisión de decretar estado de excepción y ordenar la salida de los militares a la calle al inicio de las protestas en octubre.
El presidente fue consultado, además, por los periodistas por la permanencia en su cargo del director de Carabineros (policía militarizada), Mario Rozas, criticado por los mecanismos utilizados por la policía para controlar los disturbios y acusado por violaciones a los derechos humanos.
«Esa es una decisión que toma el presidente (…) Pero uno ocupa esa instancia cuando realmente tiene razones», dijo Piñera. No obstante, admitió que «en Chile sí se cometieron excesos, atropellos y abusos a los derechos humanos (…) no en forma sistemática, porque eso significa que hay un patrón de conducta».
«El protocolo de Carabineros cumple con todos los estándares internacionales de derechos humanos», añadió.
También explicó el polémico audio filtrado en los inicios de la crisis, en el que su esposa, la primera dama, Cecilia Morel, comparó el movimiento social y los disturbios en las calles a «una invasión extranjera, alienígena».
«Lo que dijo mi mujer en una conversación con un grupo de amigas son dos cosas, que la situación era muy grave, ella se sentía sobrepasada. Lo que dijo también es que había ciertos privilegios que tenían que ser superados, yo estoy de acuerdo con eso», sostuvo Piñera.
Sobre el proceso constituyente para la redacción de una nueva Carta Magna, que responde a una de las principales demandas sociales, el mandatario declaró que debe «contar con el respaldo y legitimidad de una inmensa mayoría de chilenos», y la «representación de todos los sectores».
El 18 de octubre pasado se inició en Chile la mayor crisis social desde el retorno a la democracia, en 1990, en contra del modelo económico neoliberal y la desigualdad social.
Las protestas en todo el territorio por las mejoras salariales y las pensiones, por la calidad de la salud y la educación y en contra del alto precio de los servicios básicos, se originaron luego de que el gobierno elevó la tarifa del transporte público.
Según datos del Poder Judicial, 26 personas han muerto, mientras organizaciones de derechos humanos, que trabajan con las Naciones Unidas, cifran en miles los heridos y los detenidos.(Información y foto Agencia Xinhua).