Rafael Manjarrez fue condecorado por la Unión Colegiala del Notariado
El éxito y la preferencia por el folclor vallenato han caminado de la mano con el aporte académico de los protagonistas, llámense intérpretes y compositores, quienes han podido escalar otros estratos e hicieron prescribir costumbres malsanas que desacreditaron por muchos años el quehacer del folclor.
El manejo lingüístico y gramatical de las composiciones, la conducción de redes y otras herramientas ligadas a la modernidad, son elementos complementarios en la también superación personal que permite encontrar muy pocos músicos empíricos, por lo tanto es común encontrar referentes desempeñándose en muchas actividades incluso en el sector académico y oficial.
Uno de estos destacados artistas en el campo de la composición vallenata es Rafael Manjarrez, quien es uno de los pioneros de esa generación académica, que tuvo la responsabilidad de reemplazar la musa criolla de los juglares que con su natural preparación hacían cantos originales basados en los sentimientos empíricos que vivían, tras el contacto permanente o casual con la naturaleza en la que se desempeñaban.
Desde su misma entrada a la universidad en Barranquilla comenzó ese periplo de inyección más literaria a la temática de las canciones pero sin perder el aforo provinciano, las que recibían el complemento de unos intérpretes también en proceso de formación profesional que, les permitía otro roce social no solo local sino internacionalmente, en donde hoy tienen la potestad de interactuar con otros músicos en cualquier escenario.
Rafael Manjarrez a pesar de su crecimiento profesional, nunca ha dejado de lado la música, por el contrario, desde sus posiciones ha oteado lo que sucede alrededor del vallenato, tanto así, que buscó la dirección de Sayco, desde donde ha proyectado la equidad, y ha dado una mirada distinta a muchos afiliados que de acuerdo a sus testimonios hoy viven una situación diferente, gracias a las prebendas que eran utópicas en el pasado.
Rafael Manjarrez frente a su posición como dirigente del gremio de autores, suele alternar con su cargo de notario en Santa Marta y le queda tiempo para sus actividades parranderas donde es muy apetecido por el toque particular que tiene para cantar sus canciones y su rico anecdotario que hace amenas estas faenas que son atinentes al folclor vallenato.
Todas estas funciones le han granjeado una selección de amigos en todas las esferas que como premio a su dinámica, suelen tributarle homenajes y reconocimientos como el que acaba de recibir: la Gran Cruz, una distinción reservada exclusivamente para personas que constituyen un ejemplo por sus cualidades personales, morales y éticas, la que la entregan por su desempeño como notario Primero de la capital del Magdalena.
El homenaje se lo tributó el presidente de la Unión Colegiala del Notariado Colombiano, UCNC, Álvaro Charry Rojas, quien explicó: “se lo merece por sus condiciones de libre pensador, demócrata indiscutible, hombre sencillo y practicante del principio de la amistad, virtuoso en el servicio público, profundo en sus planteamientos filosóficos, persona de grandes calidades humanas, que hacen del abogado, notario primero y Vicepresidente del Consejo directivo de SAYCO, Rafael Manjarrez merecedor de este exclusivo reconocimiento nacional”, Concluyó.
Por: William Rosado