24 de noviembre
Opinión

La Revolución 4.0 En La Política

Por: Enrique Antonio De Luque

La evolución del ser humano es una constante. Desde sus inicios ha estado en búsqueda de solucionar sus problemas o necesidades de una manera dinámica; entonces, hablar de innovación, creatividad, emprendimiento, no es nuevo, siempre ha estado ahí, avanzando con la humanidad. Así lo demuestra la historia, que en sus relatos, divide los avances en revoluciones, desde la época del neolítico, la revolución francesa, la revolución industrial, la internet, hasta llegar a la revolución 4.0, la tecnología, el internet de las cosas, la inteligencia artificial, es decir, la ciencia ficción hecha ya toda una realidad.

Ya pasamos de las casas inteligentes, de los robots, que fueron concebidos para hacer tareas mecanizadas y repetitivas, con tal precisión y exactitud, que remplazaron la mano de obra humana, eso ya pasó, ahora estamos en la inteligencia artificial, la máquina que piensa, que tiene la posibilidad de tomar su propias decisiones, lo que la convierte en autónoma, con una capacidad de definir el perfil y manera de actuar de un ser, con sólo analizar sus datos, los cuales obtiene de todas sus actividades, en las redes sociales, tarjetas de créditos, compras online y offline, es decir, hoy estamos plenamente identificados, esos datos que recolectan por nuestros movimientos le permiten a los analistas de Big Date y a sus máquinas, predecir nuestro comportamiento y determinar qué podemos hacer y qué no.

La tecnología y sus avances están al servicio de la humanidad; países como Alemania, el cual es el abanderado en esta materia y Chile en sur américa lleva la delantera. En Chile, por ejemplo, implementaron un estudio biométrico apoyándose en la inteligencia artificial, el cual escanea las facciones de la cara del individuo y con un análisis que este hace, pueden predecir, más bien identifica, la intención o predisposición que éste tiene a cometer un delito, lo cual lo convierte en un examen preventivo y al individuo lo neutralizan antes de.

Sería interesante, para estas épocas electorales, que así como copiamos de ellos parte de nuestro sistema de salud, copiemos lo que en estos momentos están haciendo en relación a la prevención de los delitos, a ver si podemos predecir o adelantarnos a las intenciones de los políticos que están en ejercicio y los que están aspirando a ver cuántos pasan por ese examen sin rajarse.

Se pueden imaginar, mis apreciados lectores, si este examen se realizara en el recinto sagrado de nuestra democracia, cuántos honorables senadores pasarían la prueba o si los aspirantes a gobernación, alcaldía, asambleas y concejos se sometieran al examen antes de la inscripción. Soñar no cuesta nada.

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