24 de noviembre
Opinión

No sé Ernesto, no sé…

Por Enrique Antonio De Luque Palencia

En mercadeo se afirma, que una buena marca tiene la posibilidad de arrastrar un producto de baja calidad y lo contrario, que una marca posicionada en el imaginario como mala, no permite el desarrollo, ni aceptación del colectivo de un buen producto.

Ahora, la construcción de una realidad depende de las estructuras mentales de manera individual, es decir que todos los seres humanos tenemos la posibilidad de crear, reformar, hasta transformar nuestras propias imágenes y realidades, como consecuencia  de todos los estímulos que recibimos del exterior, los cuales de manera inmediata lo relacionamos con nuestra formación, adaptándolo a una realidad pre concebida,  a todos nos sucede que  frente a un estímulo decimos, se me parece a, me huele a, en dónde he visto yo esto.

Funciona dependiendo el órgano de nuestro sentidos con el cual haga contacto, es por ello  que desde que nacemos  nos van identificando esos estímulos recibidos, para de alguna manera ir construyendo conceptos, entonces a las temperaturas bajas nos la identifican como frio y las altas como calor, a la sal como salado y de esta manera vamos formando  nuestras propias realidades y conceptos.

Cuando se relacionan los estímulos con nuestra estructura, se crea una realidad, antes de que esto suceda, lo que se tiene es lo que se conoce como percepción, que no es otra cosa, que la realidad fundamentada de manera individual, por tus creencias, experiencias y los relatos,  la cual se transforma en realidad, con el enfrentamiento entre la imagen y lo real dentro del esquema individual,  es entonces cuando podemos estar observando lo mismo pero nuestra percepción es totalmente diferente.

¿Para qué todo este preámbulo?,  para exponer lo siguiente lo cual desde mi formación académica, me llamo poderosamente la atención donde el padre linero, en una conferencia hizo un análisis muy sensato por cierto, de lo que es la creencias en relación con la vida eterna, la cual  se ha vuelto viral y ha sido punto de partida para muchos cuestionamientos, puso a pensar a más de uno entre esos quien le escribe, del enfrentamiento entre lo real y lo imaginario fundamentado en creencias.

Todo no para ahí inicié este escrito, con el peso que tiene una buena imagen para generar credibilidad en el público, porque digo esto,  porque Diomedes Díaz el ídolo del folclor vallenato el número uno en mi concepto, cuando quiso exponer su punto de vista sobre su concepto de la muerte, basado en sus creencias de  la gloria y la vida eterna  en una entrevista con el periodista Ernesto Mascaullan expresó que no se quería morir por que no se sabía que había del otro lado, fue motivo casi que de burla y hoy que lo vuelvo a escuchar este icono de la música vallenata, nos invitó desde se percepción de la vida, hacer las cosas bien hecha en este mundo terrenal. Gracias maestro¡ gracias padre Linero por tan profundas reflexiones, hacer el bien para ser feliz, porque no sabemos que hay allá del otro lado. Y yo al igual que Diomedes no me quiero morir sin resaltar que hay que servir bien para  vivir bien.

5 comentarios en «No sé Ernesto, no sé…»

  • El deber ser de las cosas es que lo verdaderamente nos lleva a la tranquilidad y no nos proporciona ningún tipo de insatisfacción de la conciencia, aun es mejor es hacer el bien así no sea con el fin de recibir bendiciones o ser castigado como se basa nuestras creencias ideales, buena reflexión 🍃

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  • Exelente ,me gustó mucho 😘 porque al igual que Diomedes yo también tengo miedo de morir por no saber que hay después de la muerte.

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