23 de noviembre
Actualidad

Industriales rechazan pretensión de imponer aranceles al sector de las confecciones en Plan Nacional de Desarrollo

La Asociación Nacional de Empresarios, ANDI, expresó su preocupación por las proposiciones para el Plan Nacional de Desarrollo con las cuales se pretende establecer aranceles al sector de las confecciones, hecho que, afirma, afectaría de forma grave esta industria.

La agremiación empresarial advierte que después de un periodo en que el sector registro cifras negativas, las cuales se vieron agravadas por temas de contrabando, el impuesto sería nocivo en un momento de recuperación que empieza a tener esta industria.

La imposición arbitraria de medidas de esta naturaleza es totalmente contradictoria a la estrategia de apertura comercial que ha impulsado Colombia, addvirtió la Andi en un comunicado, en el cual expone así la situación:

El sector textil confección colombiano representa el 8,2% del PIB industrial del país, el 21% del empleo industrial colombiano y el 9% de las exportaciones manufactureras. En el 2018 generó ventas por 5000 millones de dólares, producción de 4500 millones de dólares y más de 550.000 empleos formales).

Sin duda el contrabando y la ilegalidad han sido el principal problema del sector, los cálculos de subfacturación para el año 2013 alcanzaron una cifra de 604 millones de dólares aproximadamente.

El año pasado gracias a decretos como el 2218 y 1786 la cifra de subfacturación fue de 12 millones de dólares. la ANDI calcula solo la subfacturación, no otras modalidades de contrabando técnico ni abierto. Las cifras de la DIAN revelan aprehensiones por 43.760 millones de pesos.

Siempre hemos acompañado las medidas que apuntan al beneficio y mejora de competitividad de toda la cadena al mismo tiempo, empezando por la más importante que es combatir los importadores ilegales y la informalidad sin afectar el empresario que importa legalmente. Consideramos determinante trabajar en los temas de competitividad que afecten a la industria tales como costos laborales, de energía y logística. Apoyamos las medidas de defensa comercial a las cuales los empresarios pueden acudir para equilibrar la competitividad en los casos de competencia y prácticas desleales de comercio.

Sin embargo, la proposición de aranceles la vemos inconveniente. Por las siguientes razones:

-La política arancelaria debe ser definida por el Ministerio de Comercio y el Ministerio de Hacienda

De acuerdo con el ordenamiento colombiano, política arancelaria en Colombia es formulada por el Ministerio de Comercio Industria y Turismo, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público y la DIAN, de acuerdo con el numeral 19 del artículo 2 del Decreto 210 de 2003. Para ello, el Ejecutivo tendrá en cuenta las recomendaciones realizadas por el Consejo Superior de Comercio Exterior, creado por medio de la Ley 7ª de 1991, con el propósito asesorar al Gobierno Nacional en todos los aspectos que se relacionen con el comercio exterior, dentro de los que se encuentran los lineamientos de la política arancelaria.

En consecuencia, la normatividad vigente ha delegado en la Rama Ejecutiva la deliberación, construcción y formulación de la política arancelaria, involucrando los escenarios técnicos pertinentes y a las distintas carteras del Gobierno.

-Irían en contra de lo indicado la OMC

Una media de esta naturaleza, que no responde a ninguno de los casos definidos por la Organización Mundial de Comercio como herramientas de defensa comercial ante prácticas desleales de comercio, iría en contra de los principios generales que ha indicado la OMC. Se estaría constituyendo una situación irregular con inmensos riesgos de sanciones al país.

-Pondría en peligro la estrategia de apertura comercial

La imposición arbitraria de medidas de esta naturaleza es totalmente contradictoria a la estrategia de apertura comercial que ha impulsado Colombia. Por años hemos tratado de adelantar un proceso de apertura que logre posicionar nuestros productos en los mercados internacionales. No solo podría tener funestos efectos sobre el sector textil y de confecciones, sino sería abrir la puerta a inmensos riesgos en todos los sectores exportadores del país.

-Incentivaría el contrabando y la subfacturación

Estas medidas son el camino expedito a mejorar el negocio y la rentabilidad de todos aquellos que cuentan con mecanismos ilegales de contrabando y subfacturación ya que mejoran sustancialmente el margen de estas actividades, dejando totalmente desprotegidos a los importadores formales de estos productos.

-Afectaría a los consumidores y hogares

Los grandes afectados serían los consumidores que tendrían que asumir un sobrecosto de medidas artificiales que crearían un distorsión de precios sin precedentes en los últimos años en Colombia, con efectos inflacionarios que llegarían a toda la economía.

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