Con honores despidieron en Valledupar a cadete de la Policía muerto tras atentado en Bogotá
El propio Director Nacional de Escuelas de la Policía, el Brigadier General, Juan Libreros acompañó hasta la capital del Cesar, el traslado del féretro con los restos mortales del cadete vallenato Andrés David Fuentes Yepes, quien murió el pasado viernes tras las graves heridas durante el atentando del ELN en Bogotá.
En el aeropuerto Alfonso López de Valledupar, fue esperado por sus compañeros y familiares. Allí le rindieron una calle de honor como inicio a los actos para exaltar la memoria de este joven de 22 años que viajó a Bogotá con el sueño de convertirse todo un oficial de la Policía.
“Es un hecho triste, lamentable, pero nos da fortaleza para seguir adelante, contrarrestando estos actores ilegales que tiene el país”, dijo el Brigadier General Libreros, quien el 2014, se desempeñó como subcomandante de Policía en Cesar.
Con la muerte de el cadete vallenato Andrés David Fuentes Yepes se elevaron a 22 los policías muertos en el atentando en Escuela General Santander en Bogotá.
El joven vallenato cumplió 22 años el pasado 26 de enero, mientras se encontraba internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Central de la Policía, en Bogotá, donde había sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas tras las quemaduras que sufrió en el rostro por la explosión del carrobomba. Duró 23 días luchando por su vida, “hemos hecho acompañamiento a su familia desde el primero momento y seguiremos con ellos”, dijo el Brigadier.
En Valledupar Fuentes Yepes residía en el barrio Villa Jaidith de la capital del Cesar; era el mayor de tres hermanos y graduó como bachiller en 2015, en el colegio CASD Simón Bolívar, ubicado en su ciudad natal, donde también fue auxiliar bachiller de la Policía.
El cadete era considerado un deportista de alto rendimiento en la disciplina de esgrima, en las modalidades de espada y sable. Obtuvo medalla de oro por equipos y de plata en la competencia individual en los juegos interescuelas de 2018.
La última vez que estuvo en la capital del Cesar fue en diciembre de 2018, cuando disfrutó el fin de año con su familia y regresó a continuar sus estudios de policía el pasado 8 de enero, nueve días antes del ataque del Eln.
Luego fue remitido al Hospital Simón Bolívar en Bogotá, donde finalmente se esfumó la vida el viernes 8 de febrero. En total fueron 23 días de lucha desde aquel 17 de enero cuando un carro bomba explotó al interior de la institución.
Una larga caravana que partió desde el barrio Villa Haidith, sur de la ciudad, acompañó el féretro del uniformado hasta la iglesia la Catedral Nuestra Señora del Rosario; la eucaristía estuvo oficiada por el obispo Oscar José Vélez Izasa y posteriormente hasta el cementerio Recordar donde fue sepultado.