El centenario de Juancho Polo, juglar inolvidable
(‘CAIMÁN, 18 DE SEPTIEMBRE DE 1918 – FUNDACIÓN, 22 DE JULIO DE 1978) Juan Manuel Polo Cervantes, intérprete de las reconocidas canciones ‘Alicia Adorada’, ‘Lucero Espiritual’, ‘El Pájaro Carpintero’, ‘Sí, sí, sí’, ‘El Duende’, ‘Paseo en Concordia’, Niña Mane’, entre otras, nació a las cuatro de la madrugada del 18 de septiembre de 1918, en el corregimiento de Candelaria (conocido como ‘Caimán’), municipio de Cerro de San Antonio, cuyo casco urbano se encuentra ubicado en el centro occidente del departamento del Magdalena, en una de las orillas del río Magdalena, mientras que en la otra, al frente, separados por la fuente de agua, se localiza la vecina cabecera municipal del Suán – Atlántico.
En el territorio del municipio de Cerro queda gran parte de la ciénaga de Cerro de San Antonio, donde en sus orillas se divisan varias poblaciones, que como aspecto curioso ninguna se conoce por su nombre real, sino como las bautizó la gente desde tiempos inmemoriales.
Partiendo desde la cabecera de Cerro, en su orden se encuentran distribuidas así: Jesús del Monte (‘Mico’), Concepción (‘Cocosolo’), Candelaria (‘Caimán’), Bellavista (‘Moya’), Concordia (‘Malabrigo’) y Nuestra Señora del Rosario de Chengue (‘Chengue’, “ancón o población, adonde llegaron los piratas franceses en 1575”)
El corregimiento de Candelaria (‘Caimán’) está ubicado a 30 minutos de la cabecera de Cerro de San Antonio, a través de un camino de herradura, en malas condiciones, en especial en la entrada del pueblo, donde se convierte en una trocha intransitable, tiene tres calles largas y una mocha o corta.
Sus habitantes celebran las fiestas patronales el dos de febrero de cada año, en honor a la Virgen De La Candelaria. “Se asegura que en 1875 los pescadores Francisco Pacheco y Gabriel Guerrero, partieron de su natal Suán – Atlántico, llegaron a realizar sus faenas en los predios donde hoy queda la población, pero se sorprendieron por la cantidad de caimanes que encontraron en la ciénaga, por lo que decidieron llamar al punto con el nombre de ‘Caimán’”, así lo asegura Marceliano Meriño, uno de los ancianos más ilustrados de la población, aunque la versión de ‘Joselito’ Blanco, quien fue cajero de Juancho Polo, era distinta: “mi bisabuelo Francisco Jiménez le puso ese apodo a este pueblo, por un caimán grandote que vivía en un caño cercano, salía por las noches, se metía en los patios y hacía estragos, puesto que se comía a los animales domésticos”.
La casa donde nació Juancho Polo está ubicada en la calle 2 No 1-37, en el barrio ‘La Candelaria’ o ‘Aquellos lados’, zona que se hunde en época de crecientes, cuando se desborda la ciénaga Cerro de San Antonio. En 1918, cuando nació ‘Valencia’ era una casita con paredes de bahareque y techo de paja, pero con el correr de los años las constantes arremetidas del agua, la deterioraron, por lo que sus nuevos dueños la construyeron con ladrillo.
Desde el año 2000 allí vive la pareja que conforman Lácides Castro Figueroa y Marta Luz Jiménez Muñoz, quien asegura que “esta casita todo el tiempo fue de mi tatarabuelo, ‘Papa Carrillo’. Aquí fue donde ‘posaron’ los padres de Juancho, cuando su madre llegó a ‘Caimán’ para parirlo. Al frente habitaba el señor José Blanco De La Cruz (q.e.p.d.), el que le tocaba la caja a Juancho Polo”.
Aunque la mayoría de los ‘caimaneros’ aseguran que en la vivienda descrita fue donde nació el Juglar, unos pocos, como Juan Pérez Mejía (q.e.p.d.) y Marceliano Meriño Cervantes manifestaban que ‘Valencia’ nació en la casa ubicada cerca de la de Marta Luz Jiménez, donde en este momento vive la familia de Miguel Muñoz, allí funciona un Hogar de Bienestar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, donde les brindan atención a niños de padres de escasos recursos económicos, “esa casa era de la vieja María De Los Ángeles Meriño, abuela paterna de Juancho”, expresa Marceliano.
En el barrio ‘El Bongo’ de ‘Caimán’, al lado del Cementerio, donde nace la calle 2 o Calle Central, hoy bautizada y reconocida como la ‘Calle Juancho Polo’, la cual conduce hasta la ciénaga Cerro de San Antonio, en un pedestal se encuentra el busto de Juancho Polo, el cual mandó a elaborar e inauguró Octavio Álvarez Caballero (q.e.p.d.), durante su periodo como alcalde de Cerro (1990-1992)
Los Polo, de origen español
Los padres del Juglar fueron Juan Manuel Polo Meriño (nació el 24 de julio de 1896 en Cerro de San Antonio – Magdalena, murió en Santa Rosa de Lima – Fundación – Magdalena, el 17 de junio de 1964) y María Del Rosario Cervantes Berdugo (nació en ‘Caimán’ en 1899, murió en Santa Rosa de Lima, el 31 de agosto de 1970)
Los abuelos paternos de Juancho Polo fueron Pedro Pablo Polo Estrada, de descendencia directa de españoles, y María De Los Ángeles Meriño; los maternos, Vicente Cervantes y Manuela Berdugo. El apellido Polo tiene sus raíces en Crevillente, provincia de Alicante, comunidad Valenciana, cerca de las ciudades de Elche, Alicante y Murcia, en el sureste de España. Aunque también se cree que el linaje de los Polo proviene de Francia o de Italia, recordemos al famoso explorador, mercader y navegante Marco Polo, quien nació el 15 de septiembre de 1254 en Venecia, Italia.
La familia no fue numerosa, Juancho solo tuvo dos hermanas: María Del Rosario Polo Cervantes (nació en ‘Caimán’ el primero de marzo de 1921, murió en Santa Rosa de Lima el 28 de febrero de 1999), y la menor, María De Los Ángeles Polo Meza (nació en Flores de María el primero de noviembre de 1925, murió en Maracaibo – Venezuela el primero de agosto de 2007)
Nuestro artista recibió el sagrado sacramento del bautismo el 14 de febrero de 1919, en la parroquia ‘San Antonio de Padua’ de Cerro de San Antonio, la bendición la recibió del sacerdote Juan Cañas, sus padres escogieron como sus padrinos a Alejandro Armenta y Antonia Heras. Su partida de bautismo aparece registrada en el Libro 10, Folio 317, Número 891, que reposa en la mencionada parroquia.
Tenía cerca de ocho meses de nacido cuando sus padres regresaron a Flores de María (entonces corregimiento del municipio de Pivijay, desde el 2002 del nuevo municipio de Sabanas de San Ángel), donde transcurrió su infancia y donde su madre María Del Rosario pasó todo el tiempo que duró su embarazo. “‘Mana Rosario’ siempre me decía que a Juancho se lo trajo para Flores de María, de ocho meses, después que lo bautizaron allá en Cerro”, afirma Teodosia Ceballos, una de las mujeres octogenarias de Flores de María.
Agrega Teodosia que “es que sus padres, pese a que vivían agradecidos con Flores, no olvidaban a la tierra que los vio nacer, ‘Caimán’, donde trabajaron en la finca ‘La Estancia’, de Pedro Verdorem, antes de mudarse para Flores de María. Esa era la costumbre de antes, irse a parir en la tierra de uno para que lo acompañaran sus familiares. Por eso creo que se fue para allá a parir a sus hijos Juancho y María Del Rosario. ‘Mana Rosario’ también pudo irse para ‘Caimán’ porque es que en Flores en ese momento no había una partera que la atendiera”.
“Yo no sé por qué insisten en decir que sus padres se lo trajeron para Flores a los 8, a los 10, a los 12 años, si es que ellos tenían su casa y sus pedazos de tierra acá, ellos nunca abandonaron sus huertas, de pronto la confusión se deba a que el señor Juan Manuel y ‘Mana Rosario’ lo llevaban constantemente a ‘Caimán’ y los viejos de allá lo hayan visto ya crecidito, eso es lo que yo creo”, afirma Teodosia Ceballos.
La historia personal y musical de Juancho está llena de contrastes, de dualidades, mientras que en Flores de María aseguran que sus padres se lo llevaron para allá cuando solo tenía ocho meses, en la tierra que lo vio nacer dicen que fue a los 10 años, así lo sostiene Marceliano Antonio Meriño Cervantes, nacido en ‘Caimán’, el 31 de mayo de 1923, “Juancho tenía 10 años cuando se lo llevaron para Flores de María, era un ‘chicuelo’ mayor que yo. No se me olvida que la máquina de moler de mi mamá era una piedra lisa, ella se ‘alevantaba’ temprano para machacar y apelmazar al maíz, los gallos comenzaban a cantar y yo le preguntaba que qué era ese alboroto, me respondía que era Juancho, muchachito inquieto, quien le correteaba esos animales a su abuela María De Los Ángeles”.
Por AGUSTÍN BUSTAMANTE TERNERA